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el informador informal

Prepárate para aguantar los próximos días

Ya estamos en ello. Hace días que nos calientan el bolsillo y nos emocionan con tantas posibilidades para confundir mensajes que nos hacen más buenos consumidores, más solidarios y con menos dinero en la cartera. Efectos sonoros y visuales, anuncios con un mensaje que contradice al siguiente para a su vez ofrecernos más felicidad por más precio. Es la alegría de la Navidad, la época por excelencia para poner esa máscara que nos adelanta los carnavales con una fachada adaptada a ese medio impuesto por las fechas señaladas que muy bien nos recuerdan los que tanto piensan por nosotros. Es la Navidad. Es tiempo de ser feliz porque las luces de neón te iluminan los más bajos fondos del cerebro y te paracen por arte de magia tantos deseos para propios y extraños, es una vez al año, no te quejes, no seas el único que fastidia las fiestas, alégrate de que toca.

Piensa en este recurrente tema. No creas que lo dejaremos de lado. Hablaremos más del tiempo más comercial y más fariseo del año, de esos días que lo mejor que tienen es que pasan. Como no podemos huir del todo, soportaremos estas denominadas fiestas. Pero extrujaremos esa media neurona que tenemos para sacar algo claro de todo lo que viven en estos días los que dicen tener más de una neurona en perfecto estado de revista.  

Sigue observando porque no vas a poder librarte del acoso y casi derribo a que nos someten sin nuestro permiso.

Cumbres borrascosas

Hay que ver la cantidad de reuniones internacionales y nacionales que se hacen. Barcelona, aquí al lado, ha debido ser la penúltima. Porque la última quizá sea cualquiera pública o secreta.

Llevan más de 70 años heredando la dictadura del pensamiento plano.

Son ellos y ellas, mucha población que aún ejerce como herederos del rodillo del pensamiento fraguado allá por 1939, moldeado algo a partir de 1975 pero muy consolidado aún por lo que se observa en 2005.

Conoces los hechos más significativos de esos años. Observas ahora el griterío, la manipulación y las operaciones de derribo de los herederos de tanto conservadurismo en contra del progresismo. No te extrañes. Están muy entrenados. Aunque sean jóvenes, muchos ya han sufrido un proceso de amaestramiento mental en ideas pasadas que no quieren que desaparezcan. Aunque mueran unos, las heredan otros. Observa quiénes se han opuesto a las bodas homosexuales, a los preservativos, a las reformas de una enseñanza laica. Verás cómo muchos mienten en público mientras hacen o dicen lo contrario a veces en privado. Muchos son así. Luego se alían con la religión y forman un combinado perfecto. Son el lobby de presión con más años en la historia de este país, desde 1939. El pensamiento único, plano y antievolucionista. Difunden sus mentiras disfrazándolas del máximo respeto a todos. Predican una cosa y hacen otra. Fariseos es poco llamarles. Ahí están, preocupados de la libertad de elección de centro cuando sólo les preocupa la selección y más dinero.

Da pena que el antifaz y la careta no les deje ver la otra realidad. Lo prepocupante es que pretenden seguir imponiéndonos lo que ellos piensan. Es normal. Están muy enrenados. No consienten que otros manden y les puedan contaminar tantas conciencias adormecidas por la liturgia de sus machaconas consignas. Son 70 años de entrenamiento conservador y muchas veces retrógrado.

Aprende de ellos. Nunca creas todo lo que te dicen. Aprende de lo que hacen. Y deduce lo que realmente piensan.

La ilusión en papel satinado

Déjame un momento que mire cómo os ofrecen los anuncios dedicados a voosotras, también antes de Navidad. Te lo explico justamente hoy, día en que se recuerda tanta violencia de género que mata a tantas mujeres en este país.

No debe tener nada que ver eso de la imagen y del estar bien con temas violentos. También cada vez abundan más los cuidados corporales masculinos y no se pueden relacionar con nada. Sólo con las ganas de conservarse, de gustar y de gustarse, de disfrazar los años o las arrugas, o lo que sea. Sólo nos faltan los maquillajes de los sentimientos y el respeto para que haya que borrar todas las clases de violencias.

A lo que iba. Quería comentarte la revista que tengo encima de la mesa, la edición de una publicación internacional dedicada en principio a la mujer, o a algunas mujeres que se inspiran en ella.  Es la revista VOGUE de diciembre. No entraré a describirte el tipo de mujer de las modelos que decoran los anuncios. Sería repetir los mismos clichés, como si sólo hubiera esa clase de mujeres o bien el público objetivo quisiera identificarse sólo con ellas. Pero los eslóganes de la publicidad son elocuentes, en francés para perfumes y maquillajes, también en inglés y castellano:

- Una nueva fragancia para mujer.

-  Revelación de una piel renovada 91%.

- Le féminin absolu.

- Crème resurfaçante.

- La nueva expresión en fragancia.

- Pleasures.

- Oro micro-activo en el interior de su piel.

- La nueva fragancia femenina.

- Creador de tez perfecta.

- El hielo es como el ego del hombre. Siempre divierte romperlo.

- No existe el amor, sólo demostraciones de amor.

- Cobertura perfecta con un efecto lifting inédito.

- Euphoria.

- Prohibido para las hadas.

- Eau des mmerveilles.

- Fragrance of excess.

- Simplemente divina.

- Como tú eres.

- La belleza no es razonable.

- Una luz imposible de esconder.

- El camino de la seduccón nunca es el más fácil.

- La vida te da sólo una oportunidad. Aprovéchala.

- Nueva reparación para arrugas profundas.

- A girl's best friend.

- Regalar un sueño.

- Sumérgete en el océano de la belleza.

No sigo. El papel satinado aumenta por Navidad y difunde unos modelos a través de esa imagen que nos formamos con las técnicas publicitarias en manos de quienes nos conocen muy bien. Los efectos de los eslóganes deberían verse.

Yo me fijaré en esta moderna filosofía de la vida eterna.

 

 

 

 

 

Vender enfermedades o el negocio con nuestras debilidades

Me imagino que cuando me dices que te resulta curiosa la aparición de tantos anuncios de laboratorios médicos es porque sospechas algo aunque quizá no aciertes. Esto es como los piojos en los niños. Nadie sabe cómo aparecen pero coinciden con los anuncios de caros productos contra estos parásitos.

Antes sólo se publicitaban en épocas frías. Ahora ya tienen productos para todo el año. Fíjate en el poder de esta industria. Debe ser comparable a la armamentista o a la alimentaria. O las tres quién sabe si no se interrelacionan. El caso es que las cuentas de resultados de los laboratorios farmacéuticos se nutren de continuas campañas de promoción del tipo usted está enfermo y no lo sabe pero nosotros tenemos la solución.

En Estados Unidos se vende un libro que pretende conocer las estrategias para hacer creer a la gente de que sus dolencias son más que eso y que hay productos que las solucionan. O existe el producto y hay que convencer al a gente de que tiene una dolencia que es para la que aquel ha sido creado.

Tú y yo sabemos que no somos nadie ante estas empresas, mostramos mucho escepticismo y quizá la mayoría tenga más razón que los que estamops casi siempre en minoría. Pero si nos fijamos en los anuncios y, sobre todo, en los escaparates de las farmacias o tiendas de parafarmacia, nos seducen con potingues de todo tipo.

Los escépticos, desconfiados y luchadores contra la industria actual de la medicina ya han hecho una lista de enfermedades con las que nos machacan para covencernos de que podemos caer en ellas: colesterol alto, depresión, trastornos de déficit de atención entre niños, hipertensión, trastornos premenstruals, trastornos de ansiedad social, síndrome del intestino irritable, disfunciones sexuales de todo tipo. Lee la revista INTEGRAL y sabrás algo más.

Por no hablar de las corporaciones dermoestéticas y similares, dietas y toda la parafernalia de la cosmética. Quizá nos demuestren cómo arreglar nuestras debilidades, nos quieran cuidar mucho, persigan casi nuestra inmortalidad o bien nosostros seamos la salida para sus productos y un número más que ayuda en la cuenta de resultados.

Saben que somos débiles, que queremos vivir aún más años entre tanto bienestar, con mucha calidad pero también con esa amenza que nos saca del tedio: se acerca una nueva enfermedad.

En el origen es donde quieren concentrar las polémicas

Ya lo ves, en el origen para algunos es donde parecen estar las raíces de muchos problemas. No me refiero al origen del pensamiento, ni a los estereotipos ni a lavados de cerebro ni a nada que suene a manipulación e imposición, bien por la educación, por los medios de comunicación o por el pensamiento simple típico de quien su cerebro le da un electroencefalograma plano.

Fíjate: problemas en torno al origen de las personas y sobre los productos. Resultado: marginación o boicot por parte de quienes pretenden forzar situaciones con medidas de presión. Cualquier motivo parece ser bueno para objetivos marcados por quienes presumen de pensar más que los demás. No, no se trata de dejar pasar a quienes padecen situaciones de miseria. Tampoco de consumir productos de zonas peninsulares en que aprueban estatutos que quienes lo boicotean ni lo conocen por las solapas. Sin embargo, aquellas grandes marcas que explotan las lucen orgullosos de tener un espejo en que mirarse.

Los orígenes han vuelto a persuadir y son un arma de muchos filos que pueden originar heridas suicidas. Se piensa menos en las metas y en los procesos, como si la sangre azul por haber nacido en un sitio o porque un producto se haya fabricado en un lugar sirvieran para poner barreras, establecer limitaciones u organizar boicots.

La globalización y los nuevos medios de comunicación, ya lo ves, se usan para nefastas campañas. Pero el medio no es el mensaje. Su contenido anida muy dentro del origen del pensamiento de quien se cree más si se deja manipular por comportamientos gregarios utópicos.

Nuevas ideas desde la economía

A menudo me preguntas la razón por la que me interesa tanto la economía. A mí que no tengo ni dinero ni inversiones en ninguna empresa. Ni adoro el capitalismo salvaje ni el comunismo trasnochado. Tampoco soy consultor, asesor, incitador o acaparador de dinero ajeno para quedarme con una comisión fija y devolverles las plusvalías fruto del trabajo y sudores ajenos.
Te respondo con parecidos argumentos. Entre la política y la economía, ésta es la que se lleva el gato al agua aunque sea con la connivencia de los mal llamados padres de la patria. De poco vale diseñar planes económicos excelentes si tal o cual empresa, cuyos amos son determinadas personas, alega que un trabajador español les cuesta más que diez rumanos o veinte chinos. Es un mercado y quien puede desmantela aquí para instalar allí, desinstalar cuando le convenga y seguir con el turismo empresarial en otra parte.
Fíjate en la nueva moda de los fondos de inversión que compran empresas. Las tienen un tiempo, las sanean echando a una parte de la plantilla a la calle, la aguantan un tiempo y hacen como quienes compran un piso para venderlo un tiempo después y obtener buenos dividendos. Pura especulación con el trabajo y las hipotecas ajenas. Pues esto también es la economía.
Sin embargo, me atrae por las ideas tan innovadoras que se cuecen aquí y después a veces se trasladan a la vida diaria. Nuevas formas de organización, ideas nuevas que se experimentan con la posibilidad de fracasar o triunfar, o ese departamento de innovación más desarrollo al que se la van sumando otros objetivos.
Quitando el lado salvaje de la economía, la terrible explotación de las personas, hoy existen ideas que sería interesante trasladar a la vida social, a la educación. Por ejemplo, ese principio de gestión al estilo japonés que se propone el trabajo conjunto para el bien común. O ese parque dedicado a la creatividad que una escuela de negocios catalana pronto pondrá en marcha.
No sé si te imaginas el atrevimiento que puede significar tener un espacio para la creatividad. Me dirás que para ejercerla no hace falta una inversión de muchos millones de euros. No obstante, si todos nos esforzáramos en innovar, en desarrollar nuevas ideas o actitudes, en gestionar mejor los conocimientos y en ser más creativos, quizá todo se beneficiaría de un gran cambio. Claro que también podría suceder que las cuentas de resultados fueran negativas y el fracaso, estrepitoso.
De todas formas, piensa que es muy importante arriesgar cuando la innovación y la creatividad te impulsan a mejorar lo presente o a sorprender con algo mejor. Ánimo.

La ilusión por aprender idiomas

No, no se trata del típico anuncio de aprenda inglés en quince días (el que aprenda en esos días, claro). Son personas de todas las edades que utilizan parte de su tiempo en abrirse a otras culturas empezando por conocer su idioma. Si te sitúas a la puerta de alguna escuela oficial de idiomas, descubrirás curiosidades sorprendentes.

Por ejemplo, hay gente que quiere aprender. No es una obviedad. Por todos los sitios se oyen comentarios pesimistas sobre la enseñanza. Parece que casi todo funciona mal. O será que no sabemos digerir los nuevos tiempos y los miramos con ojos de épocas pasadas.Pues hay mucha gente que gasta muchas energías en aprender. Insisto. Y en enseñar también.

Ves a gente mayor que acude con sus libros a enfrentarse con una lengua desconocida. Y a gente de otras edades también. Da gusto formar parte de este espíritu y compartir la ilusión con tanto interés. No seas pesimista tú tampoco. Nunca ha habido tantos medios como ahora para estudiar, para leer, para conectarse y para saber casi de todo con los mejores recursos. Hay gente que se desanima, que no le ve futuro a lo que más futuro tiene. A la base del futuro. Estamos en ello.

Que no se me olvide comentarte una apreciación sociológica personal que confirmo más cada día: me da la sensación que quienes más interés ponen y quienes más se esfuerzan por aprender son mujeres. Sí, mujeres.

Reconocimientos deportivos

Parece que lo que no consiguen otros métodos es capaz de hacerlo el deporte. No creas que sólo hablamos de lo bueno, esos tópicos que a veces son verdad y otras no. Los lemas olímpicos se cotizan muy alto y la deportividad a menudo está ausente de algunos eventos deportivos.

Pero el sábado ya me comentaste el gesto que tuvo el público madrileño con su equipo rival. Un gran detalle el reconocer los indudables valores que demostraba en el campo. Mucha gente del campo demostró lo que se puede hacer si la razón se impone por encima de los sentimientos.

No era fácil. El ambiente madrileño ya sabes con cuánta tensión se había cargado. El voltaje era excesivo, no sólo por frases improcedentes de algún jugador que ya se disculpó. Aquí jugaba el factor político, los boicots, los falsos separatismos y los estatutos. Nos gustaría saber qué enseñanzas sacaron tantas personas que recuerdan al del treinta aniversario cuando analicen los aplausos de ese público. Ése sí que fue un comportamiento deportivo, entendimiento y presentar la vida real mucho menos crispada que algunos provocadores pretenden hacernos creer.

Ganó el equipo de aquí pero venció el público de allí. Un gran gesto que debe ir más allá.

El relato que no mereció que nos premiaran

Te empeñaste en presentar un relato a una convocatoria de este tipo de escritos que hacía una editorial. Se trataba de enviar un texto en que explicara un viaje efectuado durante las vacaciones. Como escribimos aquí una larga explicación de nuestro recorrido por Tenerife y La Gomera, creíste que se podía hacer una adaptación y probar suerte.

Ya te dije que hay gente que escribe muy bien, que sabe mucho más que tú y que yo, que no son aprendices o aficionados como nosotros. Hay que saber valorar, reconocer la calidad ajena y ser humildes cuando pretendes probar pero no estás a la altura de las circunstancias. Somos mediocres, nunca conseguiremos más que lo que nos dejen los blogs y las personas que de vez en cuando se interesan por nuestros textos. Pero seguiremos aprendiendo de quien sabe más. Nos conformamos con lo que decimos siempre: nuestra ilusión es aprender. Y, si quieres hacerlo, observa el relato premiado y el finalista del concurso de la editorial EL PAIS AGUILAR: http://www.elpaisaguilar.es/user/pages/premio_viaj.php al que tuvimos la osadía de presentarnos.

Después de leer los ganadores, te hago caso e incluimos aquí el relato que presentamos y que ha pasado sin pena ni gloria. Quizá sea lo que se merecía y nos han colocado en el sitio en que debemos estar.

 

Tenerife y La Gomera, desde otro punto de vista

Garachico, como ya sabías, es un pueblo situado en la costa tinerfeña, que concentra en su historia casi todas las características más tópicas de las islas Canarias. Cuando preparábamos este viaje y tú buscabas información,  me solías repetir las  mismas palabras que se citaban en aquellas páginas de Internet que yo te comentaba, en enciclopedias y artículos: vulcanismo constante y reciente, naturaleza explosiva, conquistas, piratas, agricultura y el turismo, siempre el turismo como moderna y controvertida industria económica y de apertura de mentalidades. Y en Garachico comprobaste cómo  ocurrieron aquí  recientes erupciones volcánicas pero una parte del pueblo se salvó, su castillo aún conserva vestigios de épocas pasadas, estuvo dominado por caciques que controlaban  la riqueza vinícola y ahora vive sobre todo del turismo: edificios renacentistas y góticos, piscinas naturales en la playa y el atractivo de ese enorme y joven paisaje volcánico que culmina en el majestuoso Teide y en el final de esa carretera que acaba en la Punta de Teno, imponente balcón desde el que se divisan esos acantilados llamados con propiedad Los Gigantes.
Tenías mucha ilusión en experimentar nuevas sensaciones. A tu edad adolescente nunca habías montado en avión y desconocías todas las islas Canarias. Valorabas mucho las sensaciones propias,  las descripciones que  te hacía y, después, yo disfrutaba con tus nuevas preguntas y con la interpretación final de todo, con ese poso vivencial que te alimentaría tus conocimientos.
¿Recuerdas  cuando fuimos a husmear precios e información en algunas agencias de viaje? Sobre Tenerife, ningún problema. Pero lo de La Gomera fue curioso. En algunas nos trataron de ignorantes cuando les dijimos que pretendíamos estar allí cinco días. ¿Cinco qué..? Decían que con un día ya había bastante, que hay un circuito que te llevan en barco desde el puerto tinerfeño de Los Cristianos, te montan en un autocar, ves el centro de Interpretación de Garajonay, te preparan la comida en un restaurante, algo más de recorrido y…vuelta en el barco a Tenerife. Que si casi no había hoteles, que es una isla muy pequeña, sólo con el atractivo de un parque natural, que lo mismo te lo pueden ofrecer en sus  redes de hoteles de Tenerife. Fuimos respetuosos con sus opiniones, cogimos sus almibarados folletos turísticos llenos de presupuestos, de maravillosas fotos y de aparentes ofertas pero, nosotros, lo tuvimos aún más claro: el norte de Tenerife y La Gomera.
El aeropuerto de Barcelona te impresionó. Captabas sensaciones que después confirmabas con mis impresiones. Del calor pegajoso mediterráneo de un día de julio a mediodía, mejor no hablar. Ibas a mi lado y oías multitud de conversaciones, notabas un sinfín de ruedas que arrastraban por el suelo muchas maletas, gente apretujada, te avisé que ahora vendría una larga cinta transportadora de personas, que teníamos que seguir andando hasta llegar a la terminal B, un enorme espacio lleno de lo típico que hay en cualquier aeropuerto: carros portaequipajes, oficinas de las compañías aéreas y de viajes, bares, tiendas, para qué seguir  si lo primero que hicimos fue conseguir nuestra tarjeta de embarque, después facturar el equipaje y esperar hasta embarcar. Tus preguntas  fueron continuas. Te interesaba todo y  recuerda que no paré de satisfacer tu continua curiosidad. Por algo tus profesores te consideran una chica a la que le llama la atención todo, que trabajas procesando siempre muchas informaciones que luego transformas en conocimiento. Tranquila, a mí me resulta difícil meterte todo un gran aeropuerto en tu cabeza. Saldremos de este lío con esa palabra que tanto nos transmiten a ti y a los demás: “ilusión”. Llegada la hora del embarque, atravesamos el acceso y penetramos en el avión. Luego observaste la continua amabilidad de toda la tripulación, cariñosas palabras y una continua preocupación por el pasaje. Instalados en nuestros asientos, te fui explicando desde lo del cinturón hasta las instrucciones internacionales por si la cosa fallaba. Qué te iba a responder yo cuando sonreías al imaginarte cómo llevar a la práctica tanta instrucción si llega el fatídico momento. Te prevenía también del momento del despegue, la sensación de subir, la presión en los oídos, la estabilidad del vuelo, las turbulencias. Luego me empezaste a preguntar qué se veía desde mi ventana. El mundo cada vez más pequeño, las blancas nubes, el inmenso mar, ese infinito en el que estamos instalados provisionalmente imitando a Ícaro.
En casi tres horas pudimos hojear la tradicional revista aérea, llena de amorfos y atemporales contenidos, anuncios y promociones de la tranquilidad y de la buena vida. También reflexionamos sobre una  noticia que te leí y que  nos sirvió para tenerla presente en estos días y saber hasta qué punto es verdad. En nuestro diario de todos los días, en EL PAÍS del martes 5 de julio, el arquitecto Iñaki Ábalos pidió “pasión por el trabajo y rigor para construir algo inesperado” en el seminario que dirigía en Madrid titulado “Siete ideas de belleza, siete técnicas de diseño”. Tu curiosidad y tus ganas de saber y de experimentar me hicieron recortar la hoja, leértela varias veces y, juntos, comprobar en los próximos diez días estas siete ideas de Ábalos: “Propone para la reflexión siete paradigmas en un mundo globalizado que plantea nuevos sistemas estéticos, con una base común en la que participan la fascinación por la geometría compleja, la sensibilidad medioambiental,  el valor creciente de lo cotidiano, el espacio físico y social en un mundo en mutación, la materia como agente ´proyectual´ y lo pintoresco como experiencia estética”. Quedamos en trasladar estas ideas a nuestro turismo canario y, en estas estábamos cuando viviste tu primera experiencia de aterrizaje, aplausos de los pasajeros, otra vez la presión en los oídos,  desembarque y…ya estamos en el aeropuerto de Tenerife Norte “Los Rodeos”.
Te empeñaste en escoger la parte norte de la isla. Tus informaciones te ratificaron tus preferencias: espacios verdes, vegetación, contrastes y el mar. El trayecto de ida hacia nuestro apartotel del Puerto de la Cruz nos dio pistas que nos confirmaron por qué a esta isla se la llama “la isla amable”dentro de las “islas afortunadas”. Personas afables, un buen trato, una vegetación subtropical exuberante y desconocida para nosotros, indicadores de tráfico hacia lugares como Santa Cruz, La Laguna, La Orotava, El Teide y el Puerto de la Cruz. Espacios sometidos a las mutaciones, que diría Ábalos, y que pudimos comprobar tanto como lo puede hacer la mirada de cualquier turista. Cuando te mencionaba estos nombres y te describía el verdor de esta zona, de pronto mostraste interés por una planta que produce esos frutos que tanto te agradan, el platanero. Hiciste lo mismo con el nombre del Teide, montaña que no se podía ver porque casi siempre en este microclima hay una nube que divide la meteorología en dos o más ambientes.

En los días de estancia aquí, me he de disculpar porque no paré de hablarte mientras tú sentías lo que yo te explicaba. Es uno de los defectos que tenemos algunos pensando que hay sentidos más importantes que otros. Visitamos ese parque de animales llamado “Loro Parque”. Reivindicabas silencio para escuchar sus sonidos, notaste el frío artificial de ese increíble espacio acondicionado con la ayuda de ordenadores para que los pingüinos vivan “como si” estuvieran en los polos, apreciaste los saltos de los lobos marinos, de los delfines y el vuelo de los loros. Pero también visitamos ese árbol mítico e histórico de Icod de los Vinos, el drago; el pueblo de Garachico, sus piscinas naturales que admiraría nuestro arquitecto Ábalos, el castillo salvado de la lava y esa historia del poderío caciquil de unos pocos acaparadores del antiguo mercado del vino con un final impuesto por el pueblo; el atardecer en la punta del Monte Teno, esa conversación con aquel labrador que nos profundizó en la realidad agrícola canaria y nos razonó el abandono del campo; el espectacular barranco de Masca que te sorprende al final de la sinuosa carretera con el regalo del Teide; la fascinación por una geometría tan compleja (Ábalos) que heredamos fruto de las erupciones del gran volcán, turistas y más turistas que se conforman con subir en el teleférico y fotografiar tres zonas al borde de la carretera, mientras nosotros recuerda que fuimos a Santa Cruz a solicitar uno de los escasos permisos para subir a pie hasta la cumbre, aunque ya no había plazas para ese día, pero sí nos adentramos en una ruta senderista, sólo acompañados por algunos extranjeros. Recorrimos sitios pintorescos de la zona norte de esta isla, admiramos tanta naturaleza llena de tantas plantas desconocidas para ti y para mí, consolando nuestra ignorancia con una posterior visita al jardín botánico del Puerto de La Cruz, en el que había plantas con sus nombres.

Te veía contenta y feliz pero también muy interesada en saber qué tipo de turismo predominaba más aquí. Retratos sociológicos válidos para todos son difíciles pero tú pudiste juzgar por las personas que estaban en nuestro apartotel: turismo familiar, tercera edad, parejas, todos con ganas de tranquilidad, de ver con seguridad y de comer sin dietas en el buffet libre. Me hablabas de modelos de turismo, de tantos modelos como personas, de que cada uno se busca su pequeño paraíso de descanso como quiere o como sabe y de que así también se pretenden cumplir las ilusiones de todos. Pero, tranquila, que aún nos quedaban la mitad de los días. Después de Tenerife fuimos a tu isla, a la que siempre te atrajo, a pesar de algunas agencias de viajes. La Gomera fue un gran cambio por su pequeñez, por su  naturaleza y por conocer tantos contrastes en tan corto perímetro. San Sebastián nos recibió a mediodía, con sol, mostrándonos su cara agreste y pelada de vegetación. Te lo anuncié pero de sobra sabías que, cuando nos adentráramos con nuestro coche alquilado por sus carreteras, nos enseñaría otras caras. No parabas de preguntarme cuánto quedaba para el parque nacional de Garajonay. Luego lo intuiste por el olor a húmedo y por los cambios de temperatura. Sacaste uno de tus punteados textos y me empezaste a preguntar por los bosques de fayal-brezal, por los de laurisilva, por esas nubes que hacen que este espacio esté verde y que suscitan tanta curiosidad, la “lluvia horizontal”. Querías sentir todo el parque, tocar sus plantas, notar los cambios de temperatura, andar por sus caminos y que yo callara para dejarte hacer tú sola una composición mental de donde estábamos. Quedé maravillado por tu forma de entender lo que yo veía. Juntos completábamos la fotografía final.
Nuestro destino era un apartamento en Valle Gran Rey. Impresionante este exuberante barranco lleno de vida que nos recordaba con nostalgia viejos tiempos en que se cultivaban todos sus bancales, con un mirador-restaurante hecho por César Manrique (qué gran sensibilidad medioambiental la de este genio, señor Ábalos), un sitio con un modelo turístico diferente a Tenerife, con algunos hippies que aún conservan aquí uno de sus paraísos, postales marinas del océano en frente al oscurecer mientras por detrás las luces trazan las siluetas de las palmeras y de los recortes montañosos de la antigua lava al fondo. La isla nos enseñó algunas de sus caras, sus pueblos, sus comidas y sus recursos naturales presentes en el parque nacional de Garajonay, un verdadero ejemplo de conservación del medio. Vallehermoso, Agulo, Hermigua, San Sebastián de Gomera, Playa Santiago, pequeños núcleos poblados no sólo por gomeros. No olvidaremos aquella chica  vigilante del parque cuando tú le preguntaste por tanta tranquilidad y ella te dijo que aquí el reloj va cuatro horas retrasado respecto a la península. Recuerda también aquella pareja de ancianos de Estados Unidos vecinos de nuestra mesa en aquel restaurante, residentes aquí, o tantos alemanes que se han trasladado a vivir y hasta han montado emisoras de radio en su lengua. Muchas experiencias pero ninguna como la de Garajonay. Recorrimos casi todos sus senderos y, antes de volver, lo hice de nuevo, te felicité porque me enseñaste a mirar de otra manera, tú, que nunca has podido ver con tus propios ojos pero has acertado en la interpretación de ésa nuestra realidad. 
 
 
EL PAIS – AGUILAR
 
 
“Para el concurso de relatos 2005”
 
 
  
 
 
 
 
 
 
 


Un pan y un libro o cómo fabricar dos alimentos

Un pan caliente y un libro reciente. Dos alimentos que exigen un proceso. Espera y verás.

Modernas siluetas con muchos años encima

La imagen llamaba la atención. Es una de esas imágenes que las ves de refilón cuando haces otra cosa, por ejemplo estar de noche en un atasco a la espera que la luz del semáforo sea condescendiente con tu impaciencia.

No sé si a ti te ha pasado pero a menudo la vida cotidiana te ofrece puntos de reflexión mejores que las sesudas reflexiones de muchos comentaristas de todo y de nada. Basta con tener abiertos los sentidos  para captar esa ráfaga de sorpresa, detrás de la cual puede anidar una incógnita que para ti es una provocación, aunque al final tú te quedes con un problema diario más sin resolver.

Imagínate un modernos escaparate de una peluquería, de esas que se venden con los últimos potingues, con la penúltima imagen y con tantas atenciones que entras con problemas y sales con estéticas soluciones. Un enorme cristal blanco que hacía de pared dejaba traspasar el último grito en arreglos mientras la noche proyectaba la silueta de una persona muy mayor que hablaba por un móvil con grandes gesticulaciones.

El señor llevaba vestidos propios de sus tiempos trasladados a estos. Andaba con dificultad, aparentaba conservar energías suficientes como para transmitir mensajes con carácter por ese objeto al que parecía muy bien adaptado. El foco de la calle recortaba su silueta en el cristal del centro de estética. Dos caras, dos mundos separados por un objeto aparentemente inocente pero cada estética estaba en su sitio.

No, no entró el señor ni salió nadie a sugerirle posibles cambios y arreglos.

No estaba allí para cambios, pasaba y hablaba con soltura y energía. Solicitaba algo, insistía y mostraba esos gestos que se hacen con las manos incluso en el momento de hablar por teléfono. Como si sirvieran para algo. Aquí sí. Se proyectaban en el cristal  mientras él demostraba haberse adaptado a los nuevos tiempos. Como mínimo por medio del teléfono.

Ya sabes, aconseja a tus amistades que también miren a su alrededor. Además de relajante, descubres o pretendes saber por qué hacemos o pensamos eso en ese momento. Un enigma cotidiano más.

 

Crispaciones (con o sin educación)

Me preocupa y te preocupa, o sea, nos preocupa la crispación que se nota en muchos ambientes de este Estado, país, península, nación o lo que sea. No puede ser que sea cierto lo que está pasando. Tú sabes que me considero un privilegiado como para ver, observar, detectar, contrastar y reflexionar desde fuera y desde dentro.

Es fácil descubrir un ambiente enrarecido que enmascara, confunde y distorsiona las realidades. La educación siempre subyace, la Iglesia siempre está al quite. Pero ahora las propuestas de estatutos y otros papeles han sacado a esa fiera que muchos llevan dentro, sean de una parte u otra. Sabes que no soy de aquí, de Cataluña, pero llevo muchos años instalado en esta hermosa y acogedora tierra. Conoces mi procedencia de una comunidad autónoma en la que el conservadurismo lleva años conservando muchos vestigios del pasado y evitando evoluciones progresistas. Pero eso no quita para que se les escuche y se les comprenda, algo que también hacemos con los de aquí.

En medio de este paisaje, da pena la incomprensión, los estereotipos, el griterío en ambos lados, las amenazas, los boicots a productos, el revanchismo y el hablar desde el ombligo de cada uno. Viajas allá y vuelves, sobre todo escuchas, preguntas, comparas las respuestas, analizas quién las dice y sus posibles bases internas y te quedas en medio de visiones anacrónicas si delo que se trata es de la convivencia sin crispación.

No, de momento no llegamos a los adornos nocturnos de pirómanos  franceses. Quien sopesa la posibilidad de que se pudieran dar aquí acontecimientos  semejantes, que prevean si en vez de la inmigración no sea la crispación entre comunidades las incendiarias. Por ahora, ya han extendido la peligrosa llama del anti-, del boicot, de la calle y de la mentira.

No son comparables pero los de aquí son tan incendiarios como los de allí. Con la diferencia que a los nativos nuestros se les va el fuego por la boca. O la crispación y la incomprensión. Así no vamos a ninguna parte.

Con respeto: educación, iglesias y manifestaciones

Has alucinado mucho estos días con los preparativos de la manifestación de Madrid a favor de no sé qué aparente y disimulado motivo que encubre otras finalidades. Supongo que  te has fijado en las personas que han llenado el centro de Madrid.

No te enfades, han ejercido un derecho ciudadano y siempre deben tenerlo.

Tú no lo sabes pero yo hasta hace un año nunca había visto tanto hábito desfilando en actos multitudinarios más propios de otros movimientos políticos y sociales.

Llevan pancartas, se quejan, olvidan los 3.000 millones             que les da el Estado a sus centros religiosos y educativos. Parece que lo que vosotros pedís en el instituto también lo reivindican ellos. Exigen una libertad que algunos llevan negando desde hace siglos, más igualdad cuando el elitismo y la selección es en lo que están más entrenados, los derechos de sus asignaturas cuando a veces olvidan los deberes y los derechos de los demás.

Tranquila, tú y yo creemos en el modelo público de enseñanza pero siempre defenderemos los derechos de esta gente que tan maltratada dice estar ahora. Porque sabemos que hay muchas personas vinculadas a la religión que son íntegras, admirables, que predican con el ejemplo, que renuncian a mucho en favor de los demás, que ayudan al que sufre, al que lo pasa mal, al que no sabe. Unos auténticos héroes, tan admirables como mucha otra gente que hace lo mismo pero se mueve en entornos no religiosos.

No puede ser la mentira, la división, el vocerío comulgando con ruedas de molino. Es algo que me extraña, con tantos manifestantes habituados a tantas comuniones.

Nos tienen cogidos hasta por los pies

Me quejo de que compramos caras zapatillas deportivas de marcas superconocidas y, al cabo de un mes, ya se despegan por todos los sitios. Parecemos tontas. Sí, tontas y tontos. Presumimsos de la marca como si nos pagaran por ello. Y quienes cobran son esos personajes con elevado orgullo y más poder económico.

El caso es que todos llevamos zapatillas. Los zapatos, con ser normalmente más baratos, han quedado marginados para otras edades. Nosotras, a lo nuestro. A parecernos, a imitar, a llevar nuestro hábito marcado por signos repetidos. Nos sacan mucho dinero, rompemos nuestras zapatillas antes de tiempo y ya nadie se atreve amandar arreglarlas cuando lo que se lleva es comprar unas nuevas. Presumir del cambio continuo, de estar a la última.

A veces vemos las víctimas que somos pero seguimos repitiéndonos, más de lo mismo. Comprando marcas que valen en origen cifras ridículas y que multiplican su escandalosos precio en el destino final. Me parece que le voy a hacer la guerra a algunas. Muchas veces diseñamos planes de lucha anti una marca y al final casi nadie hace nada y menos imita a quien se atreve a dar el primer paso.

El caso es que en este país se llevan modas como boicotear productos de otras comunidades autónomas. Ridículas guerras con trasfondo político que sólo sirven para enfrentarnos. Y nadie plantea el boicot a tantas marcas deportivas que son peores que los especuladores inmobiliarios.

Que no, me niego a ser chica anuncio de tantos dibujitos como nos hacen llevar a cuestas. Me propongo buscar y evitar.

Sinvergüenzas con fachadas muy formales

Sinvergüenzas con fachada de formales

 

Hace unos días una persona que se relaciona con empresarios de la construcción me hizo una radiografía de un tipo de gente que, si son muchos, es tan preocupante como tantos otros que deben pulular por ahí.

En un pueblo costero de la Comunidad Valenciana todos los negocios inmobiliarios están en manos de muy pocos empresarios que dominan todo el proceso constructor. El dinero no les debe caber en ningún sitio y sus ansias de tener más, tampoco. Fíjate, entre más tienen, más quieren.

Son de los que siempre cuidan el porte y sus formas en sociedad, votan a ese grupo político que no lo nombro para no hacerles publicidad gratuita, extienden sus redes por tantos círculos políticos,  sociales y económicos que saben dar muy bien las palmadas en muchas espaldas. Se mueven, opinan, dicen frases para aparecer en titulares de los diarios al día siguiente, les persiguen por los pasillos del poder.

Pertenecen a esa clase de gente que ellos mismos renuncian a los servicios sociales más comunes: cuando están enfermos se van a los mejores médicos del extranjero, en vez de la policía disponen de exclusivos servicios de seguridad, sus hijos van a centros de fuera afincados aquí, los restaurantes suelen ser o caros de aquí o exóticos de allá, las vacaciones siempre las pasan muy lejos, y las inversiones o ahorros cada vez están más a salvo y más lejos también.

Antes de dejarte, quiero que sepas que quienes dominan este pueblo costero y turístico también son dueños de cada vez más clubs de alterne, barras americanas o cualquier nombre barriobajero que les quieras poner. Invierten en este tipo de establecimientos, con un incesante tráfico de mujeres de muchas nacionalidades. Pero nunca los acusarán de nada. Son de misa dominical, de procesión y de bastos de mando.

Son ellos, los de antes, los de ahora, los de siempre.

 

 

Canales, cuatro y más comunicaciones

Una nueva imagen televisiva nos sorpende con la intención de cambiar y de enganchar a los telespectadores con notables diferencias. Si aún nadie te ha hablado de este canal,ya te llegarán comentarios.Yo también te diré mi opinión, mientras, como sabes, otros canales están que arden en Francia. Sí, arden literalmente. No sólo coches. Las tecnologías modernas ayudan a quienes se dan a conocer con actos violentos y denuncian su precaria situación pero conocen muy bien los poderes comunicativos de Internet, webs, móviles y blogs. Son otras formas de comunicación, cuatro formas. Cuatro, como el nuevo canal. Ya te explicaré más.

Francia echa chispas

Más que chispas, incendios. No sólo de bienes materiales. Modelos y mentalidades que pueden venirse abajo. Y, como casi siempre, balones fuera a la hora de culpabilizar. O sea, los de fuera son culpables. Aunque hayan nacido aqui. Parecen no ser ciudadanos de primera. A lo mejor nunca lo fueron. Por eso estaban en unos barrios lejos del centro, marginales. Todos casi juntos, en su mundo que era no olvidar el de África, ahora con parabólicas enfocadas allá, con webs, blogs y SMS de móviles.

Quizá les dieron oportunidades y no las aprovecharon. Se creyeron con más derechos que deberes. Jugaron a víctimas y no lucharon por imponerse pacíficamente. Se conformaron con la vida fácil, el subsidio, el negoco negro e ilegal. Renunciaron a un ritmo de vida diferente al de sus originarios progenitores, reprodujeron el de estos y perdieron el hilo de la vida del país que les acogía, una nación modéliaca en sus documentos declaratorios de derechos humanos. Por lo menos sobre el papel. Pero la calle también habla y una pequeña espoleta o brizna no provoca chispas sino incendios. De coches y de rabia contenida, de diferencias respecto a la población de referencia.

La monotonía la llenan con divertidos incendios de coches, como si quisieran renovar el parque automovilístico francés. Una macabra moda, una hoguera nocturna continua como si estuvieran a los mandos de la playstation o de cualquier juego online. Salir de marcha para deleitarse con incendios y explosiones. Luchar contra el sistema, contra algo o contra no saben qué a cambio de una foto como protagonistas del acto heroico de un coche en llamas. El mensaje que transmiten  quizá a muchos protanonistas les ayuden a descubrirlo las sesudas reflexiones de observadores de butaca. Ellos van a lo que toca y dicen protestar así de una situación en su país de acogida o denacimiento.

Los aires violentos que llevan tiempo soplando en Francia merecen reflexiones que duren más que la actualidad violenta. Miedo a reproducirse aquí, mirarse el ombligo por si aquí también hubiera guetos, o casas donde se hacinan muchas personas, o de qué vive tanta gente con o sin papeles. Y qué piensan.

Las peores chispas están en la mente de las personas que viven situaciones difíciles. Mejor que apagarlas es prevenirlas. Pero de eso no se habla hasta que las birznas encendidas nos queman  nuestro estatus vital.

Casi todos hablan y opinan pero sin apenas entenderse

Ya sabes, el pensamiento único a veces es tener un solo referente de la actualidad y una sola interpretación. Cuando coincide con lo que nosotros pensamos, somos más de lo mismo. Y quizá tengamos razón. Con lo cual, nuestra fuerza es aún mayor. Pero cuando hablamos con personas que tienen otro punto de vista, aun convencidos de nuestra razón, nos puedemn hacer dudar. Todo depende de nuestra capacidad para tener empatía con quien piensa distinto, ponerse en su lugar, entender los juicios que maneja y confrontarlos con los nuestros.

Te explico esto porque viajar te amplía aquellos pensamientos que ya sabes que existen. Yo lo he hecho este fin de semana. He ido a otras zonas de este país, Estado, nación o como quieras llamarle. Comunidades autónomas donde viven personas con otra forma de pensar, muy distinta a la nuestra pero muy respetable. Y ven las cosas de otra manera. El tema estrella, yendo de Cataluña para allá, imagínatelo. Más de lo mismo, o sea, el Estatuto. Es muy enriquecedor ejercitar la comprensión hacia las ideas ajenas, aunque sirvan aún más para ratificar las tuyas. Pero no veas la riqueza que te aportar, siempre que las formulen personas que piensan, sean cultas o leídas o no.

Mi principal deducción es evidente y algo triste: todos hablamos pero nos entendemos menos porque las informaciones de que disponemos no las compartimos, las entendemos con prejuicios y no nos colocamos en el cerebro del otro. Imagínate lo que sería si todos abandonáramos por momentos algunos clichés y prensáramos en lo importante que es la convivencia, el entendimiento y la diversidad. Da pena oír hablar a personas que se guían por tópicos que otros han dicho, sin ninguna pretensión a conocer los razonamientos de quien está delante.

Observo que podemos perder valores humanos y ganar aún más estereotipos, odios y ausencia de entendimiento. Por mucho que se consigan grandes objetivos, si la cosecha es esto, habrá que valorar si vale la pena el esfuerzo. Los biocots, las guerras comerciales, la cerrazón mental, la ausencia de apertura a cambios y a nuevas realidades, la negación a comprender. Mala siembra en un otoño difícil.

El lujo de ocupar solares con viviendas vacías

Son eso, estructuras productivas y especulativas que están cerradas mientras otros han de convivir con sus familias o pagar alquileres desorbitantes. Ya te explicaré lo que te espera cuando seas mayor, si las cosas no cambian.