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el informador informal

Hablemos claro: cómo convencer

Tú vas al instituto y se supone que te enseñan, tu familia hace su función, tus amistades, la televisión...son tantos los medios que intentan convencerte que, si no lo estás, es porque eres tú misma y discriminas con razones casi siempre. De sobra sabes que una princesa como tú a menudo se deja llevar por la intempestiva adolescencia. Estoy contento porque cada día reflexionas más y seleccionas mejor y con más criterio. Me preguntas de vez en cuando qué es educar y qué diferencia hay entre enseñar información, pensar por ti misma y querer convencer. Sabes que intento ser prudente y evito pontificar. Pero creo que los profesionales de la enseñanza se podrían plantear las mismas dudas que te haces y me trasladas a mí.
Convencer, palabra mágica que está en el fondo de muchas actuaciones humanas. No es tan fácil como los publicitarios creen. También es cierto que todo depende de muchos factores y que el consumismo es un efecto de la publicidad del gran consumo, cuyos excelentes resultados serían la consecuencia de la capacidad de persuasión. Vosotras, las adolescentes, sois un gran público para tantos mensajes. Pero también los adultos. No obstante, es más fácil pedir unas zapatillas por su marca que dejar de fumar o evitar las drogas por un anuncio.
En teoría, en las escuelas se enseña, se convence, se prepara y no sé cuántos objetivos más figuran en la declaración de intenciones de cualquier centro educativo. Tú puedes hablar de los resultados conseguidos. Después, nos dejamos convencer más de lo necesario por unos mensajes y somos impermeables a otros.
No te rías si repito tus palabras, entre tus amistades decís que las campañas contra las drogas, contra el fumar y contra el exceso de velocidad sólo sirven para ganar premios las agencias publicitarias y para engrosar sus cuentas de resultados. No es un recurso efectivo para penetrar en la mentalidad joven. Cuando te pido ideas para ser más efectivos, no sabes no contestas. Supongo que tendrás razón, como casi siempre. Y no me digas lo que dice tu padre porque sospecho que, desgraciadamente, es un sistema más efectivo que las razones: sólo nos convencen con la línea dura, multas, cárcel o enfermedades.
Con lo fácil que sería que el mejor publicitario fuera cada uno consigo mismo.
De informar a convencer respetando, he ahí un gran reto.

Pobre gente

Nos ha dado mucha pena ver cómo los conflictos se resuelven no viendo el problema. No podemos hacer gran cosa para manifestar nuestra contrariedad. Nos consolamos con hablarlo, enviar mensajes, concentraciones pacíficas, denuncias y la rebelión interna que agita el inconformismo que nos produce la política del avestruz.
No hay palabras para expresar cómo deben vivir esas personas africanas que sólo ven el paraíso en Europa. Lo hemos dichos muchas veces, no queda más remedio que inisitir. Es vergonzoso y repugnante esto, y más cuando oyes a mucha gente joven que repite esas consignas de los adultos que echan al inmigrante, que cierran fronteras porque de lo contrario esto sería pronto África.
Coincidimos en que no nos caben todos, que los ideales a menudo no son posibles, que pensar es una cosa y gobernar otra y que los recursos de un país no son ilimitados. Pero protestamos por el racismo y la deshumanización y nos horroriza que haya tanta gente adepta a los NAZIONALISMOS, una palabra que escribimos con Z de nazismo.
Si ser nacionalista significa despreciar al otro porque es diferente, cerrarse a nuevas culturas, no ver más allá de un trapo llamado bandera, agarrarse a una supuesta identidad, estamos contribuyendo a que tantas declaraciones de derechos humanos sean lo que son, lo más inhumano trasladado a la realidad.
Te lo repito, según mi punto de vista muy a menudo NAZIONALISMO se escribe con Z de nazismo. Hay excepciones y muy respetables, pero la realidad y los hechos están ahí.

Acosos entre la fauna urbana

No te parezca mal que me apropie de un término animal para designar a personas. Entre nosotras hablamos así a veces. Entre compañeras nos describimos a tipos que impactan, a tribus urbanas, a gente con corbata, a tantos uniformes como hay hoy cuando el militar ya ni se ve, a nuevas sorpresas importadas de otras latitudes. Una chica que se fue un año a un colegio privado del centro de la ciudad alucina con la ausencia de creatividad del aspecto físico en su centro. La moda es el uniforme. Chicas y chicos cortados por el mismo patrón. Arreglados y arregladas tanto que ves a uno o una y los demás parecen clónicos.
El otro día, en una de sus amplias descripciones, nos decía que la experiencia de estar allí le servía para conocer a otro mundo, quizá de futuros dirigentes, fracasados, frustrados o brillantes. Como en cualquier parte. Cuando nos relataba el ambiente dentro de las aulas, aquello sí que era también monotonía. Pensamiento único de profesores que dan sus clases magistrales y alumnado que no discute ni una coma, aunque a la salida la cosa cambie.
Hablábamos de la encuesta sobre acoso escolar o bullyng. Si los datos no fallan, en estos centros es donde se produce más acoso escolar. Quién lo diría entre gente tan bien planchada y políticamente correcta. No, no puede ser, se habrán confundido. La encuesta seguro que quiere desprestigiar a quienes van para un destino en lo universal, a la selección que se iguala por arriba porque la cuota mensual ya escoge a los mejores pagadores.
El caso es que mis compañeras y compañeros empezaron a contar historias que confirmaban la citada encuesta. Nos la creímos y nos pareció el reflejo de otro fenómeno social más.
Entre adolescentes, el acoso no deja de ser una consecuencia social más, muchas hormonas sin control y demasiado valor cuando uno se protege en el grupo. Y es que de fauna y de urbana todos sabemos mucho.

Exaltaciones diferenciales

Que somos diferentes lo sabemos. No estamos muy repetidos aunque las conductas así lo parezcan. Nustra capacidad de ser gregarios, de repetir y de imitar está muy desarrollada.Cada vez mas. Como animales de costumbres, tú observas a tu alrededor y en ocasiones se impone lo clónico en vestidos, adornos, costumbres, ocio, comidas, compras y también en pensamientos. Pero, a pesar de todo, quien puede presume de su hecho diferencial. No sólo tus amistades adolescentes pretenden convertirse en el centro diario de atención. Los adultos, no veas...
De todas formas,comprueba cómo las diferencias que debían unir separan. Es curioso. Predicamos que lo bueno es la diversidad y, cuando la vemos en el horizonte, nos aferramos a nuestra ideosincrasia, a cierto progresismo anclado en esos rancia forma de ser, tradicional y estereootipada.
Frases: hemos de respetar los valores, nuestro pueblo pierde sus señas de identidad si lo abrimos a gente de fuera, el RH es otro, el Estatuto nos marca aún más como si tuviera más valor que las personas, ser diferentes para abroirse a otras formas de entender la vida. Sigue copiando términos, si quieres. Por hablar o escribir, que no quede.
De todas formas, suerte que la mayoría acepta, comparte, acoge, olvida frases y recuerda que lo importante es el día a día, tratar a cada uno como se merece. Claro que, a menudo, también esto se queda en una frase más.

Nombres propios del día y gente de cualquier día

Decías ayer que la muerte y la economía son dos de los temas que, directa o indirectamente, nos condicionan cada día.
Buen tema y muy recurrente. Nos gusta la economía, quizá porque entre menos dinero tenemos más queremos entender cómo se mueve el ajeno y qué hay detrás de tantas operaciones más o menos públicas que nos condicionan cada día.
Ya sabes, una sección habitual de los medios económicos son los nombres propios del día. Personas que van de una empresa a otra, cambian y tienen un nombre por sus poderes con el dinero. Dices que esta gente no tiene escrúpulos humanos. Habrá de todo. También muchos crean fundaciones, o envían donativos a organizaciones humanitarias. No te crees estos actos inocentes. Dices que lo hacen para desgravar en Hacienda y para liberar su conciencia ante tantas operaciones dudosas.
Personas con una identidad reconocida más allá del papel salmón de los diarios económicos. Saben estar en el sitio y momento adecuados. Y si se confunden, las pérdidas pocas veces les llevan a la miseria. Es un juego en el que mueven a personas trabajadoras como fichas de sus acciones en una u ptra corporación o sociedad fantasma que tapa el trasfondo de su imagen pública.
Al lado de tanto nombre propio estamos los cualquieras. Pero no te quejes, estamos situados en una categoría muy elevada. Recuerda los otros nombres propios anónimos que cada día pretenden saltar las vallas africanas. Gente cualquiera como tú y yo, caras demacradas que se arriesgan a hacer kilómetros por desiertos, a caer en manos de mafias diversas y a saltar por encima de alambres con pinchos para poner sus pies en una tierra en donde la miseria y la explotación también les acechará.
El reportaje de ayer de Telecinco fue espectacular. Un drama de elevadas dimensiones. Una pena que se repite en tantos millones de nombres propios que no son gente cualquiera. Personas sometidas a vejaciones de todo tipo, cultas o incultas, gente con la esperanza en su mirada, un símbolo que debería avergonzar a tantos europeos que les regalan espinos, guardias civiles, ejército y sistemas de vigilancia.
Ahora son protagonistas ocasionales, aunque temas como los Estatutos y otras lindezas luchan por ocupar más tiempo en las inútiles discusiones sobre temas mucho menos vitales que la de todo un continente. Los condenamos a ser menos que unos cualquiera.
Somos racistas, lo sabes muy bien. Me lo repites a menudo y siempre lo ratifico. Ya sé que generalizar es confundirse pero somos muy racistas con los pobres, con los que se conforman con venir a trabajar en aquello que no queremos. Cambiamos de piso y vamos a una zona sin inmigrantes para reafirmar en público una y mil veces que somos los más fieles cumplidores de los derechos humanos.
Saltar una verja es una invasión, colocarles una multinacional contaminante no. Querer venir por la violencia es condenable, tratarles como animales es defenderse.Son nuestro producto y los detestamos.
Son pobres, son negros, son de África, tienen hambre.
Somos ...

Contrastes con la muerte de por medio

Podemos inventar las mil y una pócimas para alargar la vida, podemos crear tanatorios lo más alejados posible de la vista, podemos considerar la medicina como aquel Dios todopoderoso. Pero la muerte está ahí. Tú, adolescente enérgica, chica activa, inteligente y atractiva, sientes fascinación por hablar de ella. Ir más allá desde el más acá es un reto del que se encarga de hablar la religión, quienes han vuelto a la vida procedentes de una situación límite y tantos filósofos, teólogos o modernos vividores que plantean cada día fáciles sistemas de autoayuda por fascículos.
La realidad impacta. Entre tanto bienestar nos empeñamos en convertir en la noticia más seguida cualquier caso relacionado con la muerte. Debe ser una forma más de incitación al respeto a la vida, de lucha contra quien provoca situaciones con la muerte de por medio. Tanto hablar para llegar a la conclusión de que aquí no queda nadie.
Dices que la actualidad gira en gran medida en torno a la economía y a actos relacionados con la muerte. No andas muy desencaminada, quizá influida por la crispación continua que nos producen tantas muertes de mujeres, tantos inmigrantes limitados por la miseria y las alambradas, tantas injusticias, tantos accidentes de tráfico o laborales, tantas casualidades fruto de causas concretas.
Pero hay veces en que la muerte es otra demostración más de situaciones límite en las que la condición humana no sale bien parada. Te impactó que hoy se hablara de una anciana que la encuentran muerta cuatro años después del óbito en Sant Feliú de Llobregat (Barcelona). Vivía sola, sin agua ni luz, tenía mal carácter y la octogenaria siempre paseaba protegida por unas gafas negras. No la compares con la moda de las gafas oscuras puestas aún en la máxima penumbra. La señora se guardaba tras los cristales, lo mismo que deben hacer muchas personas que se escudan en los vidrios tintados cuando salen de casa. La noticia no dice más. Tú y yo extraemos conclusiones sobre la condición humana, siempre desde nuestro punto de vista. Ya no puede cumplirse tu deseo: saber cómo pensaba ella es imposible, igual que saber si escogió o no esa forma de vivir y morir.
Otro modelo de muerte es la de un excursionista de 47 años que se quedó en mitad del camino de ascensión a La Mola, la cima del parque natural de Sant Llorenç del Munt, en Barcelona. El esfuerzo excursionista dejó su cuerpo en el camino, a la vista de paseantes; después de cinco horas llegaba el forense.
Muerte, de lo que huimos sin saber dónde nos sorprenderá. Lo hará aunque tú la veas lejana. Nos pasó a todos lo mismo, tan enigmática pero tan previsible.

hola

qué pasa

El espectáculo del cielo es gratis

Nunca había visto a mis compañeros con tanta fe mirando al cielo. Hoy ya vinieron con diferentes modelos de gafas que regalaba algún establecimiento comercial, con cristales oscuros y otros artilugios ópticos. El eclipse se convirtió en un fenómeno mediático que provocó que la gente mirara para arriba. Tú no lo sé pero las personas de mi edad aún lo podemos ver de nuevo dentro de unos años. Yo les oía los comentarios, me informaban de lo que veían y vivía el eclipse a través de los ojos de los demás. Todos fuera, en el patio, cara al sol para ser testigos de un espectáculo único y gratuito.
La verdad es que después, en clase, sacamos el tema del firmamento y descubrimos lo poco que es objeto de atención. Hay poca cultura astronómica y escaso espíritu de observación celeste. Lo tenemos encima de nuestras cabezas pero nos conformamos con la luz del último piso del boque donde vidimos o ese resplandor de la farola mal enfocada que es una señal de prohibido mirar arriba porque no se ve nada. A la contaminación lumínica se une la escasa cultura de tantos cuerpos celestes más o menos identificados. De tanto mirar abajo no vemos arriba, la luna pasa desapercibida y el sol sirve para poco más que para broncearse. Menos mal que los vuelos baratos y el ansia viajera nos suben a veces a las alturas.
La gente de mi clase se propuso saber más de espacios celestes, disfrutar de la noche con la vista puesta donde las estrellas te invitan a identificarlas, descubrir luces fijas y móviles, reconocer los planisferios y cerciorarse de que somos demasiado poca cosa comparado con la inmensidad. A lo mejor ésta es la auténtica razón por la que no nos enseñan a situarnos, prefieren impulsar aires de falsa grandeza a reconocer que casi no somos nada y encima nos hacemos la vida casi imposible.
Ante esto, qué mejor que mirar al cielo en muchas ocasiones.

La conquista de lo inútil

Muchas veces te asombras de tanta gente que aparentemente se propone objetivos sin rentabilidad material. Te asombras porque te gustaría conocer a mucha gente de ésta, investigar el valor de eso que llaman inútil pero que debe ser de lo más útil que pueden conquistar.
Mientras tanta gente dedica su tiempo sólo a lo material, te admiran quienes ofrecen sus horas para conseguir lo otro. No, no vamos a definir qué engloba lo inútil. Cada uno que diga lo que quiera. Te preguntas si este factor es proporcional a cómo es cada persona. Desde mi punto de vista, sí. Pero eso no desprestigia a quienes lo ven de otra forma.
Ya crees tener una cosa clara: tú dices que partirás de lo útil para derivar hacia lo inútil.

La última, la economía, pero la que más manda

Curioso el tema de cómo se tratan las noticias sobre la economía en cualquier medio de comunicación. Excepto en aquellos especializados en este tema, casi siempre la economía está al final. Detrás de todas las otras secciones tratan aq aquella que manda sobre todas las demás. Ayer te decía que las botas de ese ídolo barcelonista son un símbolo del negocio del club, del diario, del jugador y, sobre todo, del poder de la marca.
Prueba a repasar hoy si no nos afectan los continuos cierres de empresas en España para trasladarse a países baratos; fusiones de enormes bancos; fondos de inversión qe compran empresas para cuidarlas y revenderlas dentro de unos años, con las consiguientes plusvalías; bancos que financian a empresas que a su vez han comprado las acciones que ese banco ha vendido; constructores de coches con un pie aquí y otro en China o Chequia; la caída del consumo en los hogares; el aumento de créditos, préstamos e hipotecas; la inflación que se dispara; la subida del butano; la publicidad y lavado de imagen en torno a las compañías petroleras, que bajan un céntimo en lo que menos se vende, la gasolina, para dejar inamomovible o al alza el gasoil.
Estos y otros temas nos afectan a nuestra vida doméstica. No, calla, no digas que más que el archidifundido Estatut. Si te oyen algunos decir esto, te colocan unos cuantos adjetivos. Tú vas viendo cómo los temas económicos y sociales los dejan en segundo plano. Coincidimos cuando dices que las polémicas sobre temas etéreos olvidan otros centros de interés, más cercanos a las personas. Quizá todo vaya unido y los grandes documentos los redactan, debaten y aprueban los mismos que tocan los hilos del mundo económico. No generalizaremos pero algunos hay que comparten ambas especialidades.
No te olvides de hacer lecturas económicas de las noticias. Poderoso caballero es don dinero. Aunque sea uno de nuestros asuntos más vitales y otros lo traten al final.

La noticia está en las botas

Parece que ya ha pasado la moda de hablar de telebasura.Me preguntabas qué era eso, insistías y yo te decía que a veces se inventan términos muy mediáticos pero sin un contenido concreto. Sabes que era un cajón de sastre. Cabía todo lo que la conciencia individual o colectiva quisiera meter. Los que condenaban a un programa televisivo defendían razones muy diferentes a cuando se expresaban los protagonistas o directores de ese progrma. Un buen lío, una palabra de moda y el típico guirigay cuando se habla de un tema porque está ahí.
Sin embargo, fíjate que si la definición de telebasura depende del color del cristal con el que se mira la televisión, hay muchos contenidos en medios de información y en salas de estar, bares o centros de ocio que nadie analiza. Ni tan siquiera se oyen a teóricos al uso o a prácticos ciudadanos ver con otros ojos contenidos curiosos. Y tampoco ir más allá y entrever á quién les interesa o cómo es la gente que se siente atraída por tales temas. O cómo los directores de algunos medios quieren formar las conciencias para darle importancia a noticias dudosas.
Los que tenían claro eso de telebasura quizá no se cuestionen cómo interpretar que la noticia de portada de hoy de los dos diarios deportivos catalanes sean las nuevas botas del ídolo azulgrana. Un calzado de oro, tema destacado del día. La marca, bien visible. Suerte que no se ve si está fabricado en China, Taiwan, Indonesia o cualquier otro explotador de los de siempre.
Te comento un tema más de tantos con efectos sedantes, narcotizantes o publicitariamente descarados. Unas botas, la noticia del día.
Quizá sea para que algunos empiezen con buen pie el día.

Libertad para censurarnos al hablar

Vivimos en libertad. Tenemos libertad. La reivindicamos cuando nos la quitan. Tú, la primera. Es uno de tus mejores bienes. Y ya sabes lo difícil que fue conseguirla en este país. Hubo viejos tiempos en que pasó lo que pasó. Sin embargo, observas a la gente y deduces que nos guardamos de edecir muchas cosas. Tú misma conmigo. Aparentemente me comentas tus preocupaciones pero no puedes negar que respetamos unas distancias. Te expresas libremente pero nunca como si fuera con tus amistades más omenos íntimas. Es lógico.
Ocurre lo mismo entre la opinión pública y en cualquier nivel de relación. Hay quien dice que la sociedad funciona porque todos nos callamos aquello que puede distorsionar la convivencia. En cuanto a los medios de comunicación, pues qué te voy a contar. Son libres pero dependientes, como tú o yo, por ejemplo. Fíjate la importancia del tema que hasta se trata en foros de alto nivel.
El diario AVUI, ayer 29 de septiembre, citaba la declaración del priodista de EL PAÍS Javier Moreno en un debate sobre comunicación, organizado en NUeva York por el Centro Rey Juan Carlos. Lee y reflexiona esta traducción del catalán de la opinión de Javier: A mí lo que me preocupa más es que la gente se censure sin darse cuenta; la peor censura es aquella contra la que no se siente la necesidad de luchar.
No creo que vaya en contra la libertad de expresión, más bien es la consecuencia de saber hasta dónde se puede llegar si se ejercer la total libertad. Pero también esto es preocupante, princesa. De todas formas, vigila, sigue enfadándote cuando te pongan trabas para decir lo que quieras. Forma parte de tu libertad.

La atención a las cosas de cada día

Algunas veces te he comentado que en Estados Unidos aumenta la difusión de dos ideas vitales con bastantes adeptos. Nombro este país y tus aires adolescentes lo estigmatizan con los típicos estereotipos, más propios de presidentes y de partidos políticos que de amplios sectores de la población, tan progresistas como nosotros.
Una idea es la vida simple. Cuesta creer que haya personas que abandonan enormes sueldos y lujos por doquier por una vida más natural, tener menos para necesitar menos, conformarse con poco para no depender de lo material. Priorizan el ser al tener. Y lo hacen cuando lo han tenido casi todo. El escritor y periodista Carlos Fresneda lo repite a menudo desde Estados Unidos.
Segunda idea: la tendencia a la vida lenta y a estar atentos a la vida. Isabel S. Larrarburn titulaba así un artículo en el suplemento Magazine de LA VANGUARDIA del pasado fin de semana: Atentos a la vida. Te copio tres objetivos que Isabel propne para disfrutar de una vida atenta, para vivir todos los momentos, cosas, personas y ambientes que nos rodean cada día:
1. Ser conscientes del momento presente.
2. Observar sin enjuiciar.
3. No es necesario atrapar lo que observamos ni alejarlo con aversión. O sea, no rechazar las emociones, sentirlas.
Desconozco si las dos ideas que hoy te he comentado te interesan, si las crees o si piensas que son una moda más, como tantas que nos llegan de ese gran país.
De todas formas, tendremos que considerar todas las popuestas y formas de vivir de los demás. Si las tienen en cuenta, algo tendrán.

Ensuciar con pipas la calle hecha por inmigrantes

Lo que te voy a contar no es un cuento, es esa realidad diaria que debería ser más noticia que muchas informaciones que sólo interesan a sus protagonistas y a los que esciben al dictado.
Llevamos unos cuantos días en que el incivismo y la suciedad son temas de conversación y muy mediáticos. Lo han centrado en Barcelona, ya lo hemos comentado en otra ocasión, pero podría aplicarse a cualquier núcleo de este país, Estado, nacionalidad, región, autonomía o de nombre X. Ya sabes mi opinión sobre el tema: cada vez la gente es más limpia, hay más que respetan más las normas. Lo que ocurre es que los actos inadecuados de unos pocos se ven mucho, a menudo se contagian. Esta gente se cree que la libertad consiste en ser un poco más que el que lo hace mal.
Hoy estuve en un pueblo de aquí al lado. Meses atrás reflejamos aquí que una empresa formada por trabajadores inmigrantes pavimentaban una calle, mientras en el bar de al lado unas señoras se quejaban del aspecto que tenían y del mal olor que les provocaban. En este caso es el racismo de quien no hace nada todo el día y se queja porque gente muy trabajadora les arreglan el pueblo, y casi seguro que a un precio inferior que los trabajadores de aquí.
Hoy, en esa calle, donde hace tiempo sudaron aquellas personas, el suelo estaba sembrado de cáscaras de pipas. Ya es normal. La gente de aquí ensuciaba el suelo, alfombraba la calle que barrerían otros con el entretenimiento para su rato de ocio. El hábito de todas era parecido: ropas de selectas marcas, móviles de última generación, máxima pulcritud física, el coche último modelo aparcado en la zona azul donde nunca le ponen el tiquet y el guardia no se atreve a escuchar que tú no sabes a quién estás multando.
Se me ocurrió lanzarles una mirada alusiva al suelo y más vale no comentar la cara que me pusieron.
Ya sabes, todos fallamos, nos confundimos, también observamos lo que nos desagrda. Quizá para arrepentirnos de nuestro próximo fallo. Pero no nos creemos racistas ni ostentosamente ociosos como para que el cuidado corporal no se descompense con el descuido del entorno.

La vida y la muerte encima del mostrador de un estanco

Hoy tú y yo entramos en un estanco a encargar uno de esos libros de texto que saquean a las fmilias en septiembre. El establecimiento era uno de esos estancos que, como las farmacias, venden casi de todo. Quienes despachaban anunciaban por lo bajo que el tabaco había subido. De algo hemos de morir, decía una persona.Tampoco es tanta la subida, aclaraba otra. No paraba de entrar gente y los paquetes de cigarrillos pasaban pronto al otro lado del mostrador.
Te comenté un detalle curioso. Un muchacho primero pide uno de esos habituales coleccionables de septiembre y, encima, coloca sus cigarrillos. La imagen era más que curiosa si nos fijábamos en las letras grandes de ambas compras. El coleccionable era la Historia de los remedios naturales. Con grande sletras publicitaban milagros en la salud con plantas,ungüentos y recursos narurales. Encima había una cajetilla de tabaco que en letras enormes avisaba por una cara de que el tabaco puede matar. Por la otra recurría a la baja calidad del semen, pero otros paquetes aludían a recursos escritos muy explícitos, en letras tan grandes que parecían el preludio de una esquela funeraria.
El muchacho estaba contento con sus dos adquisiciones. Al fin y al cabo, pensándolo bien, muchos vivimos en la bipolaridad de pensamientos y de actos.

El mejor y el mejor ejemplo

No sé si te has fijado en la repercusión que tiene en todos nosotros la opinión pública. Suelo hablarte de este término a menudo. Quizá sea porque en la universidad había una asignatura que se llamaba así. O puede que sea porque nos arrastra más de lo que creemos.
Todo viene por el tratamiento que se le ha dado y se le da al reciente campeón de Fórmula 1, el asturiano Fernando Alonso. Entre muchos es un fenómeno que arrastra a las masas. Gozó de relativa buena prensa hasta que le concedieron un premio principesco. Ahí se desató la caja de las opiniones contrarias. De muy bueno pasó a objeto de falsos encumbramientos, de deportista ilustre en el motor a sujeto usado para determinadas finalidades. Aquí criticamos con o sin razón y somos especialistas en subir o bajar a alguien en breves momentos. Algunos lo ven como un periférico que vive fuera y que nació en una comunidad autónoma no histórica, convertido en símbolo estatal. Y esto molesta a los autónomos que sólo saben mirarse su ombligo todo el día.
Su frialdad y nervios de acero, la formación y obsesión por el esfuerzo y el rigor, la abstemia alcohólica hasta en la celebración de su mayor heroicidad, la promoción de los límites de velocidad por parte de quien su velocidad profesional no tiene límites, he ahí algunas características menos publicitdas que la marca del vehículo o la del cigarrillo o telefonía que lo patrocina.Críticas no faltan: bienvenidas. Espionaje y persecución a su vida privada, tampoco. Pero nadie cuestiona el derroche de su profesión, ni si eso es un deporte o no, del ejemplo que dan al lado de las campañas de tráfico o del glamour de tanta gasolina quemada y bien administrada por los amos de un fabuloso negocio.
Del mejor al más cuestionado no hay más que un paso, aquí los éxitos duran lo que se difunde la primera crítica destructiva coreada por los voceros menos afamados del reino. La cara y la cruz de personajes públicos y también de ti o de mí.
He ahí la opinión pública de la vida.

Las energías de la opinión pública

La economía nos mueve, tú lo sabes muy bien. Es un potente motor, quizá semeja el punto de apoyo que necesitaba la palanca de aquel sabio griego, con la que movería el mundo. Claro que mueve el mundo la economía. Nos presiona, nos aprisiona y nos hace gastar muchas energías.
Ya que mencionamos esa palabra, fíjate en el tema energético español. Tú también sabes que una de las preocupaciones prioritarias es ése, la energía. Lo hemos comentado aquí varias veces. Debido a su importancia presente y futura, las empresas están en el punto de mira de otras y de grupos multinacionales tan voraces que lo quieren tener todo bajo su control.
Aquí, días pasados, líderes de opinión y políticos de todos los pelajes, vociferaron en contra del intento de compra de una empresa eléctrica por parte de una gasista catalana. Los conservadores vieron en la operación casi el fin del mundo. Que si la electricidad quedaría en manos de Cataluña, que si los socialistas estaban detrás de todo, que si no habría competencia. Por no hablar de los berridos y sinrazones de quienes se oponen a cualquier cambio que no pase por sus manos. Casi no se podía escuchar a los entendidos, los economistas, porque la rancia derecha quería imponer sus supuestos juicios. Tres eléctricas importantes y, de ellas, una a manos catalanas, otra compraría posibles restos de la anterior y quedaba libre una, gallega. Ésta pertenecía a varios bancos o cajas, pero en especial uno. No te digo nombres porque no sólo no me pagan por hacerles publicidad sino que tengo que satisfacerles mensualmente su factura.
La eléctrica gallega estaba en buenas manos, o sea, bastante conservadoras pero manos de la economía. Ayer ese gran banco puso ala venta sus acciones. Acudieron al botín los que tenían liquidez en la caja y perseguían grandes controles del futuro energético. Pero hubo uno que se llevó esas acciones en venta, el 22 %. Quien lo hizo es uno que tú ya conoces, un presidente de fútbol conservador, experto en convertir el palco del campo de fútbol en un negociado especulativo, en un mercado de prebendas y operaciones. Como casi todos los presidents, supongo. Pues resulta que ahora, aquellos que clamaban contra la compra catalana, aún no han denunciado que una empresa eléctrica gallega queda en manos de un empresario de derechas madrileño, uno de los suyos, vamos.
Para que observes cómo cambian las cosas y cómo la opinión pública, o sea, lo que nosostros comentamos, lo que quieren que digamos, escuchemos, pensemos o repitamos, todo está sujeto a veces a las leyes del mercado. O a los intereses más públicos o más tácitos. Y después dicen que somos libres para pensar, que nadie manipula y que se respetas las decisiones ajenas. Palabras...

Las leyes de la naturaleza, ésas sí que mandan

A todos la naturaleza se nos aparece tal como es, como fue o como la modeamos los humanos a base de más desmanes que cuidados. Ahí la tienes, con sus leyes. No entiende de artificialidades. Desconoce leyes humanas. Ignora a quienes con la soberbia de su poder creen que pueden con todo. Hasta con ella.
Muchas veces has escuchado que la muerte iguala a las personas. Que hay quien sólo parece subordinarse a ella y porque no le queda más remedio. Sin embargo, podríamos añadir tu propuesta. Hoy me dijiste que las leyes de la naturaleza también se imponen, a pesar de nuestra capacidad de querer ser superiores. Y ya ves lo que está pasando. Si miramos el tiempo, sembramos comtanimación y atentados ecológicos y recogemos sequías, efecto invernadero, calentamiento global, y añádele lo que quieras. Si observamos los huracanes, tifones, ciclones, tsunamis, lluvias torrenciales o inacabables sequías. Todo provoca excesos catastróficos. Mucho poder,excesiva soberbia, invasión de países pero la naturaleza coloca a cada ley en su sitio.
Sospechas que todo lo que pasa provocará cambios positivos para la mejor conservación del planeta. Puede. Quizá la única forma que Gaia tiene de hacer cumplir sus leyes sea a base de razonar con catástrofes. Confiamos y esperamos pero tú y yo somos optimistas escépticos.

Inventos: la muerte en directo y la vida más fácil

Hoy nos ha llamado la atención una noticia con final feliz y con la muerte casi en directo. A menudo nos admiramos de las posibilidades de tanta tecnología como tenemos. Siempre sabemos el antepenúltimo invento. El penúltimo lo investigan las empresas comerciales civiles y el último, las militares. Al final casi todo nos llega a quienes, como usuarios finales, destacamos qué grande es quien piensa y quien inventa.
Piensa un poco en el avión que aterrizó en Los Ángeles con fuego en el tren de aterrizaje. Los pasajeros estaban viendo su protagonismo a través de la TV por satélite. La CNN narraba en directo desde fuera los riesgos que corrían los de dentro del aparato. Imagínate tú sentada y asistiendo a una retransmisión como si de una película o documental se tratara. La muerte, casi en directo. Para que pienses en que la tecnología nos retransmite nuestro fin, al que asistimos como espectadores a la vez que actores pasivos involuntarios.Parec un fenómeno de desdoblamiento de la personalidad, sólo que de milagro salvaron sus vidas.
Días atrás, los diarios explicaban el significado que tienen los teléfonos móviles en las zonas más míseras de África. No tienen ni lo básico pero este invento les acerca a otras realidades comunicativas y les exige cambios de hábitos. No tienen electrivcidad pero se la fabrican para cargar el aparato, construyen viviendas en los árboles, a 15 metros de altura, para captar las señales de lejanas antenas telefónicas, ahorran para hablar un minuto al mes. Cambios sorprendentes, nuevos signos y espectaculares avances mientras la lucha por sobrevivie con dos euros al día es lo que hay.
A menudo no pensamos en el profundo significado de lo que tenemos. Apenas reflexionamos sobre el más allá de nuestras pertenencias del más acá. Todo se sucede más rápido de lo que nuestro lento cerebro es capaz de procesar y extraer conclusiones. Pero en eso estamos ambos, aunque tampoco sepamos bien a dónde vamos.

Esas desigualdades que nos conmueven un segundo

la realidad de las mujeres...qué realidad (continuará)