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Su mercado es el público

El presidente de una poderosa multinacional japonesa de la tecnología decía que el público tiene razón, que sabe lo que quiere, que ellos hacen lo que les piden. Piropos y más frases perfectas para regalarle los oídos a ese copnsumidor atrapado por los fabricantes. El público siempre tiene la razón que le permite la garantía del producto (dos años si se cumple la letra pequeña). Decía el ejecutivo que estaban al servicio de quienes eran devorados por sus inventos, convencidos por su machacona publicidad, deslumbrados por sus fotos en papel satinado, inducidos por dependientes vendidos a la mejor comisión del fabricante, eclipsados por el valor de la imitación de quien se creía superior.

Disculpas, señor presidente. Usted eso no lo decía. Me convencía de lo bueno que es que usted piense por mí y me descubra lo que necesito. Y yo, ingrato, se lo pago con esto. Si, al fin y al cabo, soy uno más del público de su mercado

Huellas veraniegas

 ¿Huellas? ¿De qué? ¿Dónde?Gracias por avisarme de tu llegada procedente de África. Fuiste encantada a ese país que representaba uno de tantos sueños juveniles como tienes. Proyectos de ayuda a un continente víctima de nuestros países tan desarrollados. Consumimos África desde hace años. Así la tenemos. Esquilmada. Llena de gente. Extraemos sus riquezas y ellos nos devuelven también a su gente.Seguro que tu viaje te ha dejado muchas huellas. Somos turistas de lujo. Diferentes a las 1.200 personas que han venido a Canarias sólo durante este pasado fin de semana. Ya sabes, su medio de transporte era de muy bajo coste. Menudas huellas que traen cuando son rescatados. Viajes, traslados y descubrimientos de otras realidades desde la nuestra. Éste quizá debe ser uno de los  sentidos de las vacaciones. Aunque cada uno se imagina su tiempo de descanso y lo construye según lo que espera de él. Tú, solidaria. Huellas. De eso se trata al final, de dejarlas, de poseerlas o de modificarlas. Viajar es eso y más. Una memoria inicial que se puede modificar mientras dura el camino y sufre modificaciones al final. Te pasará igual a ti. Lecturas de libros, Internet a tope, clicando muchas veces en esa lista de favoritos, consultas con amistades (y, entre más nativas, mejor), y las continuas miradas a esa atiborrada bolsa con los folletos turísticos que te venden ya casi cualquier rincón en papel couché. Y de presupuestos no hablemos. Son las huellas que llevas, los conocimientos iniciales, mediatizadas por tantas manos, tantas tendencias o tantas visiones como mentalidades de sus autores. Al final, llegaste allí. Ibas muy bien acompañada, con guías que sabes que te atenderían muy bien. Es lo que te mereces. Tus ideas preconcebidas las sometiste al choque con la realidad. Como siempre, tus mejores ojos para ver son el resto de los sentidos. Estuviste pendiente de cualquier manifestación cultural. Después la procesabas, la sometías a una comparación con las huellas que exportabas y llegabas a la conslusión de que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Bueno, no siempre era así. Al fin y al cabo, cada viaje es una vivencia que desemboca en interpretaciones y textos tan válidos como los de los demás. Ya sé que entre todos trajisteis varias tarjetas llenas de fotos y vídeos digitales. Antes de aportar vuestro toque de originalidad a la red, pensad que los flikr y youtube que circulan están muy saturados de más de lo mismo o de cada vez más de lo raro, casi creado para la ocasión. Todos somos informantes y ya es muy difícil distinguir la realidad real de la realidad artificial, los golpes de efecto para esos cinco segundos de gloria cuando la lista de lecturas o de visionados no para de crecer. Acuérdate cuando, hace unos meses, me filosofabas sobre el turismo. Eras un torrente de ideas muy bien pensadas. Analizabas esta industria en la que todos caemos. Decías que a veces sólo vamos a pagar más caro por lo más habitual, o a fotografiarnos delante de las mismas fotos que existen en las enciclopedias, o a concedernos un toque de distinción que nos de cierto relieve exótico cuando nuestro grupo de amigos nos contemos nuestras vacaciones, o a salvar el año académico con nuestro toque de originalidad yendo a la otra parte del mundo. Pero no todo quedaba aquí. Tu discurso seguía con la moda de los viajes abanderados por una ONG, por un proyecto solidario, por un campo de trabajo o por cualquier nimiedad que sirva para lavar nuestra conciencia de explotadores de recursos y de personas. Tu cólera se dirigía a tantas personas que viajan gratis a un país  de ese eufemismo llamado Tercer Mundo para hacerse la foto. Unos lápices, unas medicinas, ropa, maquinaria, son la coartada. Después añadías que más vale eso que nada. Sólo que los viajes de tantos desplazados allí valían más que lo que llevaban. Insistías en la poca validez de esta moda solidaria, muy practicada por tantos políticos encargados de concejalías de solidaridad. Sin embargo, tú sucumbiste a la idea y acabas de venir de África y de proyectos parecidos. Dices que pagaste una pequeña parte del viaje. Menos mal. Pasado el tiempo, el tupido velo que todo lo almibara establecerá la línea del recuerdo más acorde con tus creencias, limará o justificará aquello que estuvo fuera del guión previsto y todo tendrá un final. Las fotos, los correos electrónicos de intercambio, la nueva web creada al efecto o el socorrido blog. Las huellas del paso, del paseo, del vuelo, imágenes, sonidos, colores, sabores, emociones y sentimientos. Eso deben ser los restos de cualquier viaje.  Noto que desconectaste amedida que intentabas adentrate en las preocupaciones de esos nativos que tenías enfrente. Les dejarás muchas huellas también, tus sentidos a flor de piel seguro que captan el ambiente. Ellos valorarán tu atrevimiento, quizá se planteen muchas incógnitas sobre estos turistas y su forma de vida. Harán sus comparaciones y, a lo mejor, vosotros que ibais en señal de ayuda puede que les hayáis estimulado a la huida. A dejar muchas huellas en su camino hacia el norte, en cayuco, como polizones, a pie o en la parte trasera de un camión. Se quemó mucho queroseno, gasolina y gasoil para que todos cambiáramos de ambiente en estos días de asueto. La vuelta ya es una realidad. Un buen momento como para valorar esas huellas que llevamos, que dejamos y que trajimos.  Marcas emocionales que asentará el tiempo, aunque estarán sometidas a muchas fluctuaciones, producidas por tantas informaciones y olvidos como nos rodean.

El reciclaje mercantil de la globalización

¿Se nos acabaron los prolongados descansos previos al verano y durante lo que llevamos de esta estación? Con este texto te demuestro que sí. Mucho moverse, mucho ver, más admirar, algo criticar y más pensar. Y también descansar.Entre tanto en tan largo espacio de tiempo pasan cosas dignas de recordar para revivirlas con más juicio. No, no me olvido de las actividades deportivas, aptas para todo el año. Tú sabes del deporte, lo practicas y captas sus sensaciones más allá del esfuerzo que supone. Moverse, parar, resoplar, volver de nuevo y desgastar. Cuerpo y material deben someterse a la intensidad de ese ejercicio que ahora es sano. Pues fíjate cómo estamos dentro de un mercado que hasta nos cubre la transpiración. Coge una etiqueta de cualquier prenda deportiva. No, no es para cortarla porque te roza. Léela. Recuerda la admiración del otro día.Entramos a unos grandes almacenes franceses de productos deportivos a precio de gran consumo. Su nombre deportivo rememora las diez prácticas en Grecia. Sus productos son un ejemplo más de en qué mundo vivimos. Sus precios son tan atractivos que vestirse deportivamente cuesta menos que la voluntad de practicar las actividades. Pero, claro, la clave está en esa etiqueta y en la bolsa.Casi transparente, la bolsa se viste de reciclaje y te recuerda que el plástico está libre de ciertas sustancias y que es cien por cien reciclable o fruto de este proceso. Toda ella es un canto al mundo más natural y conservacionista con todo. El contenido que compramos es otra historia. Un muy atractivo precio de la camiseta y del pantalón nos da pistas de algunos viajes no deportivos de estas prendas. Recuerda que te las leí varias veces. Hasta te incitaron a repasar mentalmente la situación geográfica de algunos países del mundo. Una prenda en sí se fabricaba en Tailandia, la importaba México y después volvía a Europa. La otra se hacía en Marruecos, iba a México y retornaba a nuestro continente. Eso sin hablar de las fibras y otros componentes. Todo a un precio irrisorio. Tú y yo luego, quizá por deformación laboral, nos imaginamos las condiciones laborales de quienes las confeccionaron. Sus horas de trabajo, sueldo, condiciones sanitarias, márgenes comerciales del fabricante y de la empresa francesa. Nos llevamos la bolsa, sudamos las prendas, nos ahorramos dinero y pensamos en este mercado global del que es difícil salirse y buscar vías alternativas. Detrás de un envoltorio de tanto supuesto respeto al medio ambiente, detrás de los ahorros de las ofertas y rebajas que,  quizá, ayuden a vivir a mucha gente, delante estamos nosotros, con un bolsillo también global en un camino que, de momento, no parece tener retorno. Consumamos esas materias primas que acaparan ellos y que nos devuelven tan adaptadas a nuestra nueva mentalidad. Consume o revienta.

El celebrado orgullo de cada día

Hoy, por ayer, pasó ago desapercibido el día de un orgullo que no debía ser tal. Por aquello de un día para una celebración que debía ser de cada día. Tantas fechas señaladas en esos calendarios acumulativos de oficialidades varias no dejan ver el bosque. No permiten asimilar tantas reflexiones que se asentarán con el paso del tiempo. Pero, por alguna celebración había que empezar.

Hoy, por ayer, dos chicas adolescentes se besaban en plena calle con el ardor propio más de la edad y de la libertad que del día del orgullo gay. Ellas no tenían por qué esconderse de su normalidad, se deseaban mientras conseguían el tiquet del parquímetro que les evitaría de una posible multa. La libertad para quererse gratis contra el papel paraaparcar pagando. El estorbo del coche y el amor a ella. Un gran día para demostrar que lo obvio es bello porque es normal.

Después de todo, ahora las ilusiones rebajadas o una nueva mentira más

Después de cómo nos han dejado con tantas pseudocelebraciones, de pagar lo que nos pedían por lo que nos convencían que había que tener, después de todo, ahora nos invitan a comprar lo de antes pero rebajado. Antes un precio y ahora, para fastidiar, te lo vendo más barato que hace unas horas. Mira que te he engañado, ilusa. Regalas a un precio y ahora vuelves a comprar lo mismo a mitad de costo. Y para que te creas cómo las autoridades consienten otra mentira a añadir a la de los Reyes Magos, obligan a poner el precio antiguo y el nuevo. O sea, hacen con nosotros lo que quieren bajo la denominación de estrategia comercial. Si nos tienen muy estudiados, nos conducen muy bien para que no nos salgamos del redil y acabemos estampados porimero en el escaparate y después en la caja registradora.

Lo mismo por menos, más de lo mismo, otra vez con ilusión a disputarse la mejor compra con el engaño de ahorar el dinero que los amos nunca pierden. Estamos en manos de grandes estrategas. Tú tampoco cambiarás esto pero si cada año somos más los disidentes, quizá esa gota algún día será un charco.

Recojamos las figuras, los adornos, a ese muñeco del portal, dejémosle en paz y vayamos de rebajas. Es la economía. Siempre la economía por encima de cualquier objetivo. Tantas cajas de cartón abiertas, tantos adornos, tantos gastos, ese detalle que crea la ilusión pasajera puesta en ese objeto deseado. Así acaban unas fiestas impuestas en estas fechas. Pero.mires a donde mires, con la economía nos hemos topado. También, de rebajas.

La ilusión colectiva de la mentira real

Hoy, esta noche, ahora empieza a ser realidad la gran mentira mantenida y alimentada por esta sociedad que nos arrastra. La noche del 5 de enero es mágica para muchos y, como son una gran mayoría, deben tener razón. Mágica porque la ilusión creada se hará realidad. Les ha pasado a casi todos los que , de generación en generación, ayudamos a perpetuar lo que comercialmente es un éxito. Un enorme engaño colectivo que cubrimos con el celofán de tanta pasajera ilusión puesta en un detalle material.

Tú sabes que estoy en contra de este tipo de Navidad y de las cosas reales. Ni los más republicanos a lo mejor se han planteado boicotear los Reyes Magos o, ya puestos, a los que se hacen de oro con tanta cantidad de ventas (objetos de seducción, de ilusiones y otra forma más de salir de la cotidianeidad con la diferencia). Si tratáramos así otros temas más mundanos, a lo mejor una alucinacinación colectiva de este tamaño nos transformaría en excelentes personas que forman parte de un hermoso mundo. Todo hasta que pasara ese día y volviéramos al día después.

No, no es pesimismo ni ganas de amargarle estos momentos a nadie. Insisto. La mayoría casi siempre debe tener razón. Discúlpame por el atrevimiento de desilusionarte con reales verdades.

Prepárate para aguantar los próximos días

Ya estamos en ello. Hace días que nos calientan el bolsillo y nos emocionan con tantas posibilidades para confundir mensajes que nos hacen más buenos consumidores, más solidarios y con menos dinero en la cartera. Efectos sonoros y visuales, anuncios con un mensaje que contradice al siguiente para a su vez ofrecernos más felicidad por más precio. Es la alegría de la Navidad, la época por excelencia para poner esa máscara que nos adelanta los carnavales con una fachada adaptada a ese medio impuesto por las fechas señaladas que muy bien nos recuerdan los que tanto piensan por nosotros. Es la Navidad. Es tiempo de ser feliz porque las luces de neón te iluminan los más bajos fondos del cerebro y te paracen por arte de magia tantos deseos para propios y extraños, es una vez al año, no te quejes, no seas el único que fastidia las fiestas, alégrate de que toca.

Piensa en este recurrente tema. No creas que lo dejaremos de lado. Hablaremos más del tiempo más comercial y más fariseo del año, de esos días que lo mejor que tienen es que pasan. Como no podemos huir del todo, soportaremos estas denominadas fiestas. Pero extrujaremos esa media neurona que tenemos para sacar algo claro de todo lo que viven en estos días los que dicen tener más de una neurona en perfecto estado de revista.  

Sigue observando porque no vas a poder librarte del acoso y casi derribo a que nos someten sin nuestro permiso.

El lujo de ocupar solares con viviendas vacías

Son eso, estructuras productivas y especulativas que están cerradas mientras otros han de convivir con sus familias o pagar alquileres desorbitantes. Ya te explicaré lo que te espera cuando seas mayor, si las cosas no cambian.

Ya conozco la letra M

Cuando a un padre o a una madre su hijo o hija les sorprende con el reconocimiento de la letra M, aun antes de aprender las letras en el colegio, deben pensar que la inteligencia la tienen en persona en casa. Tú imagínatelo: llega una revista o un periódico y, ante un determinado anuncio, la más tierna infancia se detiene en una gran M, con una forma y colores específicos, y la identifica. No la leerá pero se la sabe. No, no es un milagro ni que los genes hayan mejorado. Es un fruto más de los adelantos que nos ofrece cada día la publicidad. Es nuestra maestra que nos enseña, nos informa, nos muestra novedades, nos crea hábitos, estéticas, modelos de vida, tendencias. modas, referentes.

Te comenté mi sorpresa de hoy. En un periódico inglés se publica que los niños, antes de aprender a leer, ya reconocen la M como símbolo de una conocida multinacional estadounidense de la hamburguesa y similares. Sorprendente o no, la publicidad va más allá y enseña mucho antes que los tradicionales sistemas de enseñanza.

Todo debe ser legal, no hay sospechas de sistemas subliminales. Los asesores de las compañías publicitarias, psicólogos, sociólogos y expertos en anuncios infantiles, deben ser las personas que más saben sobre la mente humana. Te lo repito a menudo, nunca sabremos qué hay detrás de tantas técnicas que se aplican a la creación de hábitos de compra y a la mentalización dirigida de nuestras conciencias. Aquellos perros de Paulov deben ser una alegoría antigua comparado con tantas técnicas conductistas y formas de dominación.

Y lo bueno – no te sorprendas- es que encima financiamos a nuestros manipuladores (en el buen o mal sentido del término). Con cada producto que compramos sufragamos una parte de esos gastos en convencernos de que lo compremos. Curioso pero real. No tan irrisorio como parece. Es el mercado. Son sus leyes. Nosotros, sus víctimas.

Pero, eso sí, nuestros hijos son muy listos cuando juegan a acertar anuncios por sus músicas, por sus logotipos o por sus grandes letras. No se confunden, los identifican gracias al buen hacer de quienes los planifican. Ellos, los listos, hacen que nos veamos en su espejo. Y, después, compremos y presumamos de su marca como si fuera una conquista individual con efecto repetitivo e identificador.

Qué listos son.

 

 

 

 

 

Acosos entre la fauna urbana

No te parezca mal que me apropie de un término animal para designar a personas. Entre nosotras hablamos así a veces. Entre compañeras nos describimos a tipos que impactan, a tribus urbanas, a gente con corbata, a tantos uniformes como hay hoy cuando el militar ya ni se ve, a nuevas sorpresas importadas de otras latitudes. Una chica que se fue un año a un colegio privado del centro de la ciudad alucina con la ausencia de creatividad del aspecto físico en su centro. La moda es el uniforme. Chicas y chicos cortados por el mismo patrón. Arreglados y arregladas tanto que ves a uno o una y los demás parecen clónicos.
El otro día, en una de sus amplias descripciones, nos decía que la experiencia de estar allí le servía para conocer a otro mundo, quizá de futuros dirigentes, fracasados, frustrados o brillantes. Como en cualquier parte. Cuando nos relataba el ambiente dentro de las aulas, aquello sí que era también monotonía. Pensamiento único de profesores que dan sus clases magistrales y alumnado que no discute ni una coma, aunque a la salida la cosa cambie.
Hablábamos de la encuesta sobre acoso escolar o bullyng. Si los datos no fallan, en estos centros es donde se produce más acoso escolar. Quién lo diría entre gente tan bien planchada y políticamente correcta. No, no puede ser, se habrán confundido. La encuesta seguro que quiere desprestigiar a quienes van para un destino en lo universal, a la selección que se iguala por arriba porque la cuota mensual ya escoge a los mejores pagadores.
El caso es que mis compañeras y compañeros empezaron a contar historias que confirmaban la citada encuesta. Nos la creímos y nos pareció el reflejo de otro fenómeno social más.
Entre adolescentes, el acoso no deja de ser una consecuencia social más, muchas hormonas sin control y demasiado valor cuando uno se protege en el grupo. Y es que de fauna y de urbana todos sabemos mucho.

Nombres propios del día y gente de cualquier día

Decías ayer que la muerte y la economía son dos de los temas que, directa o indirectamente, nos condicionan cada día.
Buen tema y muy recurrente. Nos gusta la economía, quizá porque entre menos dinero tenemos más queremos entender cómo se mueve el ajeno y qué hay detrás de tantas operaciones más o menos públicas que nos condicionan cada día.
Ya sabes, una sección habitual de los medios económicos son los nombres propios del día. Personas que van de una empresa a otra, cambian y tienen un nombre por sus poderes con el dinero. Dices que esta gente no tiene escrúpulos humanos. Habrá de todo. También muchos crean fundaciones, o envían donativos a organizaciones humanitarias. No te crees estos actos inocentes. Dices que lo hacen para desgravar en Hacienda y para liberar su conciencia ante tantas operaciones dudosas.
Personas con una identidad reconocida más allá del papel salmón de los diarios económicos. Saben estar en el sitio y momento adecuados. Y si se confunden, las pérdidas pocas veces les llevan a la miseria. Es un juego en el que mueven a personas trabajadoras como fichas de sus acciones en una u ptra corporación o sociedad fantasma que tapa el trasfondo de su imagen pública.
Al lado de tanto nombre propio estamos los cualquieras. Pero no te quejes, estamos situados en una categoría muy elevada. Recuerda los otros nombres propios anónimos que cada día pretenden saltar las vallas africanas. Gente cualquiera como tú y yo, caras demacradas que se arriesgan a hacer kilómetros por desiertos, a caer en manos de mafias diversas y a saltar por encima de alambres con pinchos para poner sus pies en una tierra en donde la miseria y la explotación también les acechará.
El reportaje de ayer de Telecinco fue espectacular. Un drama de elevadas dimensiones. Una pena que se repite en tantos millones de nombres propios que no son gente cualquiera. Personas sometidas a vejaciones de todo tipo, cultas o incultas, gente con la esperanza en su mirada, un símbolo que debería avergonzar a tantos europeos que les regalan espinos, guardias civiles, ejército y sistemas de vigilancia.
Ahora son protagonistas ocasionales, aunque temas como los Estatutos y otras lindezas luchan por ocupar más tiempo en las inútiles discusiones sobre temas mucho menos vitales que la de todo un continente. Los condenamos a ser menos que unos cualquiera.
Somos racistas, lo sabes muy bien. Me lo repites a menudo y siempre lo ratifico. Ya sé que generalizar es confundirse pero somos muy racistas con los pobres, con los que se conforman con venir a trabajar en aquello que no queremos. Cambiamos de piso y vamos a una zona sin inmigrantes para reafirmar en público una y mil veces que somos los más fieles cumplidores de los derechos humanos.
Saltar una verja es una invasión, colocarles una multinacional contaminante no. Querer venir por la violencia es condenable, tratarles como animales es defenderse.Son nuestro producto y los detestamos.
Son pobres, son negros, son de África, tienen hambre.
Somos ...

Las energías de la opinión pública

La economía nos mueve, tú lo sabes muy bien. Es un potente motor, quizá semeja el punto de apoyo que necesitaba la palanca de aquel sabio griego, con la que movería el mundo. Claro que mueve el mundo la economía. Nos presiona, nos aprisiona y nos hace gastar muchas energías.
Ya que mencionamos esa palabra, fíjate en el tema energético español. Tú también sabes que una de las preocupaciones prioritarias es ése, la energía. Lo hemos comentado aquí varias veces. Debido a su importancia presente y futura, las empresas están en el punto de mira de otras y de grupos multinacionales tan voraces que lo quieren tener todo bajo su control.
Aquí, días pasados, líderes de opinión y políticos de todos los pelajes, vociferaron en contra del intento de compra de una empresa eléctrica por parte de una gasista catalana. Los conservadores vieron en la operación casi el fin del mundo. Que si la electricidad quedaría en manos de Cataluña, que si los socialistas estaban detrás de todo, que si no habría competencia. Por no hablar de los berridos y sinrazones de quienes se oponen a cualquier cambio que no pase por sus manos. Casi no se podía escuchar a los entendidos, los economistas, porque la rancia derecha quería imponer sus supuestos juicios. Tres eléctricas importantes y, de ellas, una a manos catalanas, otra compraría posibles restos de la anterior y quedaba libre una, gallega. Ésta pertenecía a varios bancos o cajas, pero en especial uno. No te digo nombres porque no sólo no me pagan por hacerles publicidad sino que tengo que satisfacerles mensualmente su factura.
La eléctrica gallega estaba en buenas manos, o sea, bastante conservadoras pero manos de la economía. Ayer ese gran banco puso ala venta sus acciones. Acudieron al botín los que tenían liquidez en la caja y perseguían grandes controles del futuro energético. Pero hubo uno que se llevó esas acciones en venta, el 22 %. Quien lo hizo es uno que tú ya conoces, un presidente de fútbol conservador, experto en convertir el palco del campo de fútbol en un negociado especulativo, en un mercado de prebendas y operaciones. Como casi todos los presidents, supongo. Pues resulta que ahora, aquellos que clamaban contra la compra catalana, aún no han denunciado que una empresa eléctrica gallega queda en manos de un empresario de derechas madrileño, uno de los suyos, vamos.
Para que observes cómo cambian las cosas y cómo la opinión pública, o sea, lo que nosostros comentamos, lo que quieren que digamos, escuchemos, pensemos o repitamos, todo está sujeto a veces a las leyes del mercado. O a los intereses más públicos o más tácitos. Y después dicen que somos libres para pensar, que nadie manipula y que se respetas las decisiones ajenas. Palabras...

Las leyes de la naturaleza, ésas sí que mandan

A todos la naturaleza se nos aparece tal como es, como fue o como la modeamos los humanos a base de más desmanes que cuidados. Ahí la tienes, con sus leyes. No entiende de artificialidades. Desconoce leyes humanas. Ignora a quienes con la soberbia de su poder creen que pueden con todo. Hasta con ella.
Muchas veces has escuchado que la muerte iguala a las personas. Que hay quien sólo parece subordinarse a ella y porque no le queda más remedio. Sin embargo, podríamos añadir tu propuesta. Hoy me dijiste que las leyes de la naturaleza también se imponen, a pesar de nuestra capacidad de querer ser superiores. Y ya ves lo que está pasando. Si miramos el tiempo, sembramos comtanimación y atentados ecológicos y recogemos sequías, efecto invernadero, calentamiento global, y añádele lo que quieras. Si observamos los huracanes, tifones, ciclones, tsunamis, lluvias torrenciales o inacabables sequías. Todo provoca excesos catastróficos. Mucho poder,excesiva soberbia, invasión de países pero la naturaleza coloca a cada ley en su sitio.
Sospechas que todo lo que pasa provocará cambios positivos para la mejor conservación del planeta. Puede. Quizá la única forma que Gaia tiene de hacer cumplir sus leyes sea a base de razonar con catástrofes. Confiamos y esperamos pero tú y yo somos optimistas escépticos.

Esas desigualdades que nos conmueven un segundo

la realidad de las mujeres...qué realidad (continuará)

Por información o por impulso, he ahí la cuestión

Te anuncio lo que nos ofrecerán las televisiones próximamente en ese largo tiempo que se usa para la publicidad en televisión. Un pequeño cambio en el público objetivo de quienes pretenden convencernos para que compremos una forma de vida. Tú sabes muy bien que llevamos mucho tiempo con que la juventud es tan divino tesoro que se ha convertido en una mina para determinados sectores. Esta etapa de la vida empieza pronto y casi no se acaba nunca. Está tan explotada porque a su vez sirve para aportarnos ideas consumistas para no salirnos de esta deseada etapa.
Sin embargo, los estudiosos que tanto nos observan no paran de darles ideas a las agencias de publicidad y expertos en análisis de mercados. Han observado que aumentan las personas mayores de cincuenta años. Y tienen tiempo libre, dinero y salud. Por tanto, son las mejores condiciones para convencerles que compren porque su vida no se acaba así como así. Los jóvenes no quedarán abandonados, tranquila que si alguien no los olvida son los anunciantes. Pero el nuevo sector objetivo serán los otros.
Nuevo público y nuevas estrategias. Si la juventud saben que es impulsiva y, por tanto, los anuncios que tanto nos educan y nos uniforman, favorecen tales reacciones, en el caso de los de cincuenta piden información. O sea, convencerles con razonamientos tan claros que les lleguen a dejar sin juicios en contra. Ya lo notarás, muchas razones, mucha información, mucho omega tres, la arruga ya no será bella por las cremas, los alimentos serán supervitamínicos, muchos lubricantes para momentos íntimos, mejor imagen y menos dolores con infinidad de preparados, el estilo en las continuas vacaciones, esas corporaciones dermoestéticas a las que mucha gente les paga a plazos y tanta información para vivir mejor.
Has de estar atenta a la pantalla. Es en donde hoy se plantea la duda del ser o no ser.

Va a ser que no me gusta repetir las expresiones de moda

Repetir frases de la televisión. Formulismos que quizá necesitemos para reconocernos en el grupo, que nos vean que somos de ellos, o sea de la multitud del un poquito de por favor. Ya sabes que se comienza con una frase de moda dicha por alguien mediático y hasta el más antisistema la deja caer en un ataque de reconcilización con la masa de la que salió.
Tú sí que sabes del uso de clichés entre adolescentes. Te quejas de tanta vulgaridad continua con la que pretenden estar a la última. Que me queje yo, lo entiendo. Pero tú, que estás en su onda, me extraña. Debatimos sobre la libertad del habla, analizamos tantos mensajes SMS parecidos, oímos conversaciones y tampoco hemos de ser negativos. Cuando me preguntas si antes pasaba igual, me da miedo responderte. Más que nada, porque ese antes significa que yo ya soy de antes, antiguo (quizá derivando a antigualla). Siempre ha pasado casi lo mismo. La sociedad cambia y todo se adapta a tantas novedades. De ahí a condenar a la juventud, a decir que sólo repiten,que hablan pobremente o que su riqueza léxica no abarca todo el diccionario de la Real Aacdemia de la Lengua es pasarse. Me gustaría oír a quien lo dice, y a los hijos de estos sabios cómo hablan o escriben.
Tú no te preocupes, tu lenguaje es capaz de adaptarse a las situaciones y a las personas. Con cierto esfuerzo e interés, tampoco es tan difícil pasar de la K a la QUE.

Artesanías industriales

La artesanía se ha popularizado tanto que se ha convertido en industrial. Pero se sigue poniendo elrotulo de artesanía...(continuará)

Alianzas muy civilizadas

La Alianza de Civilizaciones, así, con mayúsculas, exportamos un nuevo término que puede hacer furor. Debemos ser muy civilizados para promulgar una nueva dirección general más entre tantas como hay. Te gusta la idea porque viene de nuestro presidente o, mejor, de tu paisano Zapatero. Se te nota que lo de León con lo de izquierdas te va.
Pues, qué quieres que te diga, pero esta historia ya la escuchamos el año pasado. Acuérdate que ya veíamos colgado el cartel correspondiente en despachos de Naciones Unidas. Éste es otro buen nombre: ni naciones ni unidas. Fíjate, ahora hasta el secretario general de la ONU, Kofi Annan, duda de si sirven para algo o no. Aunque tarde, ya era hora.
No sirven para lo que fueron creadas y ahora vamos de Alianza de Civilizaciones. Los adultos, cuando os ponéis a inventar nombres, ideologías y utopías es que os pasáis. Lo bueno de todo es que parece que tantos organismos sólo sirven para alimentar a la burocracia que es para que funcionen. Despachos, teorías, panfletos con declaraciones universales con derechos humanos, viajes, entrevistas, comidas de trabajo a 3.000 dólares el cubierto, reuniones y, después, todos declaran ante la prensa que todo va bien. Como nos decía aquel otro aquí.
Yo estoy de acuerdo con la idea de Zapatero. En la historia que he estudiado en el instituto, nunca deduje que se hayan dado alianzas de civilizaciones. A lo mejor sí ha ocurrido y pronto vendrá otra. Ojalá. Pero, no sé, entre tantos nacionalismos que barren para casa, tantos países que luchan por sus intereses, tantas multinacionales que nos tienen bastantes civilizados, esa nueva propuesta la tomo con escepticismo.
Si algunos son incapaces de convivir con el de otra raza o religión que está a su lado, si las barreras son para que no nos invada su cultura y su miseria, si el primer mundo es el que civiliza la famosa Alianza alimentará muchos discursos insulsos. Mientras, los de siempre, como siempre.

Pensamientos que (no) se consumen

Afortunadamente hay muchas personas que ejecutan sus pensamientos con cada acto de su vida. Ideas que son eternas y deberían consumirse por una inmensa mayoría. Dicho de otra manera, ponerlas en práctica. Ideas que, por otra parte, no se consumen, no acaban porque son eternas.
Te digo esto cuando he acabado de ver y escuchar al obispo emérito de Sao Félix de Araguaia,en Brasil.Quiero hablarte de Pere Casaldáliga. La televisión de Cataluña, TV3, apostó por ofrecer hoy una entrevista con este obispo en una hora nocturna de máxima audiencia. Un excelente apuesta en estos tiempos en que otros canales siguen por otros derroteros y cada uno ve lo que quiere, o apaga el televisor y hasta puede leer.
No hace falta que te diga quién es este obispo de la teología de la liberación. Recuerda que en más de una ocasión aproveché una tremenda imagen del papa fallecido Juan Pablo ll . El pontífice de pie y Pere arrodillado en el aeropuerto. Escuchaba la bronca con la que el papa populista saludaba al teólogo amante de los pobres.
Escuché atentamente la entrevista de hoy. Muy bien hecha por Mónica Terribas, gran profesional, con ritmo, con metáforas paisajísticas y con frases impresas en la pantalla, cargadas de mensaje y a la espera de ser puestas en práctica.
Anoté algunas palabras del obispo y te las escribo para que nos sirvan a todos más que para leerlas:
- El consumismo está consumiendo a las personas.
- El capitalismo hace del capital Dios.
- Hay que socializar la tierra.
- Es importante hoy practicar la simplicidad.
- No hay que engañarse con las grandes manifestaciones.
- Las cosas se ralentizan con la edad.
- La muerte es una sorpresa, es caer en un abismo pero con esperanza en Dios.
Y la última frase del programa, impresa en la pantalla, con imágenes de fondo:

“El que no es honesto en el cada día,
no puede arreglar el mundo”

Incógnitas económicas preocupantes

Hoy he escuchado por la radio una pincelada de la actualidad que pienso confirmar mañana por si ya me engañan los sentidos. Soy joven pero conozco a chicos que emigraron de países asiáticos como Pakistán, la India o China. Sé que los contrastes y desproporciones en el reparto de la riqueza es descomunal, aunque no haga falta viajar tan lejos para verificar realidades muy cercanas a nosotros. Piensa que en mi clase veo la diversidad cultural y económica. Ya sabes, los centros públicos de enseñanza son pequeños mundos de personas variadas y de procedencias diversas. Hasta los más conservadores defienden que se debe acoger a los de fuera, pero mejor que vayan a otros colegios que los de sus hijos.
Yo sí les tengo a mi lado y me relaciono con ellos y ellas. Cuando aprenden un poco de nuestros idiomas te cuentan sus miserables vidas, las mismas que la mayoría de los que quedaron allí pero la felicidad no deja de ser un proceso de adaptación a la tradición y al entorno cultural conocido. Quizá sea un mecanismo de defensa más propio de la existencia humana.
A lo que iba. Tú como adulto interprétalo. El gobierno de Bangla Desh, uno de los países que lo clasifican dentro del Cuarto Mundo por ser de los más pobres, aprobó concederle un crédito a Estados Unidos para ayudarle en el tema de la catástrofe de la zona del Golfo de México. Creo haber oído bien. Compruebo el vasallaje y la sumisión a quien tanto nos ha ayudado cultural y económicamente. No tienen dinero para el tsunami particular de Nueva Orleáns. Hacen bien. Cobran tantas ayudas y favores hechos a todos. Algún día tenía que ser. Hay que saldar viejas deudas y analizar quién colabora y quién no. Esto debe llamarse como decís los que pensáis en todo, es el nuevo orden mundial, económico sobre todo. La magia de regalarle barriles de petróleo a discreción cuando no para de subir el precio.
Ya me ayudarás a despejar tantas incógnitas con las pistas que nos descubran los acontecimientos venideros.