El celebrado orgullo de cada día
Hoy, por ayer, pasó ago desapercibido el día de un orgullo que no debía ser tal. Por aquello de un día para una celebración que debía ser de cada día. Tantas fechas señaladas en esos calendarios acumulativos de oficialidades varias no dejan ver el bosque. No permiten asimilar tantas reflexiones que se asentarán con el paso del tiempo. Pero, por alguna celebración había que empezar.
Hoy, por ayer, dos chicas adolescentes se besaban en plena calle con el ardor propio más de la edad y de la libertad que del día del orgullo gay. Ellas no tenían por qué esconderse de su normalidad, se deseaban mientras conseguían el tiquet del parquímetro que les evitaría de una posible multa. La libertad para quererse gratis contra el papel paraaparcar pagando. El estorbo del coche y el amor a ella. Un gran día para demostrar que lo obvio es bello porque es normal.
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