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el informador informal

Medios y basuras

Las polémicas en torno a qué se debe poner y qué no en la televisión son inacabables. Entre otras razones, porque parece que las amenazas y los terrores nos atacan por todas partes. Entre más información, ¿más miedos? ¿o más formación siempre? ¿o formación continua con o sin prohibición?.

La duda está en qué es formación y qué no, o dónde se aprende y dónde no, o qué de lo que se aporende sirve para algo y qué es basura (reciclable o compost reutilizable a la larga). Los medios, las escuelas, las calles, las personas, el silencio, la vida, he ahí nuestro paisaje.

Cuando se puso de moda la persecución inquisitorial a los contenidos televisivos "basura", por todas partes se veía el "coco" basurero. Desde múltiples púlpitos laicos se rasgaban las vestiduras por la formación de nuestros infantes. Todo era malformación de conciencias viendo lo que los adultos les ponían en sus pantallas. Y los mismos adultos polemizaban por lo que éstos les dejaban ver en ese aparcadero infantil llamado "sala de estar". Pero no correspondía a este nuevo género basuril los anuncios, las noticias manipuladas, el periodismo de declaraciones, lo que no se publica, las campañas de imagen, las películas pornográficas y violentas a partir de las 22 horas, la cruda y mediocre realidad de la mayoría de nosotros. O ese pensamiento uniforme, igualitario y continuista.

Hace falta producir basura para que los trabajadores nocturnos la recojan y así no verla. Pero, claro, basura se crea porque todo es tan aséptico que los desperdicios son mayores que los contenidos. Y estos son tan bajos de calorías mentales que casi son volátiles. Pero también la vida es eso: un medio con la basura de por medio. ¿Si no se ve no existe?

Sin embargo, el que esté libre de la basura que lo diga. Si no, observad cómo una de las televisiones autonómicas con más calidad y que más dice no poner basura, consigue su máxima audiencia con una serie en la que hay una violación. Lo debía exigir un guión previamente establecido para crear un clima adecuado que hiciera disparar el share de las audiencias. Y todos tan contentos. Una gran punta de televidentes y nosotros somos los buenos, la basura son los otros.

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