Los Reyes de las basuras
Paseábamos por una calle que desembocaba en otra por la que pasaba una de tantas cabalgatas de eso que se llaman Los Reyes Magos. Mucha expectación, la infancia engañada una vez más era protagonista de este circo anual en el que entre todos mentimos. Y llegaron.
El desfile estaba patrocinado. Por muchos sitios colgaban los logotipos de patrocinadores variopintos: inmobiliarias, empresa de juegos, distribuidoras. La máscara de los Reyes estaba sostenida por secuaces de la especualación del momento, con posibles conexiones con los patrocinadores. Tiraban caramelos como si fueran dádivas con las que endulzaban la saliva del público hipotecado por ellos mismos, o les habían sacado sus dineros con esos juguetes made in china que días antes les compraron, o les facilitaban el líquido elemento de cada día con un histórico mal gusto.
Ellos allá arriba, tan caritativos e ilusionantes. Después, las ilusiones cumplidas y, más tarde, los cubos de la basura lleno de restos. Tranquilos, pronto los volveremos a llenar con las rebajas. Mañana.
1 comentario
pablo -
Ayudame si puedes pablo669966@hotmail.com
Gracias.