Comprender los problemas de la gente
Tu admirada Madonna, a la que consideras una de las mujeres más inteligentes del mercado mediático, dijo no hace mucho que los problemas del mundo vienen de la cultura. Estamos de acuerdo los tres. De la cultura, de las culturas y, lo peor, de la falta de la mínima cultura e interés por adquirirla. En tu facultad universitaria tratáis cada día con información, con mucha información. El exceso debe colapsaros la capacidad de producir algo que se pueda digerir, o que quien menos entienda sea capaz de quedarse con la esencia del titular. También os preparáis para ofrecer al gran público esa cultura de la que habla la cantante, actriz y persona (por encima de su personaje). Las ciencias de la información deben estar saturadas. Pues imagínate los mortales que usan sus facultades para enterarse de lo que pasa. Al final, esa meta que consiste en saber para comprender los problemas de la gente es difícil de sobrepasar. O, si me apuras, aún se puede rizar más el rizo si especificas la anterior declaración de intenciones con un matiz: cómo comprender los problemas de la gente. Puede que con cultura, con ganas, con humanidad…vete tú a saber con qué. En el fondo, las incógnitas se acumulan a medida que castigamos las neuronas con una vuelta de tuerca más. Cultura, problemas, información, público. En sentido real o figurado, no nos queda más remedio que suscribir esa gran pregunta que se hace el actual premio Nobel de literatura, el turco Orhan Pamuk: “¿Para quién escribo?”
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